Le decían desfasado, que su época ya había pasado y que ya no estaba en condiciones de lograr grandes cosas como entrenador. Sin embargo, el fútbol volvió a demostrar, una vez más, que la lógica no manda en este deporte con lo que logró ‘El Padrino’ con un club desconocido de Inglaterra.
Claudio Ranieri sacó al Leicester City campeón de la Premier League, cuando ni el más irrealista hincha de este club se lo imaginaba. Ganó partidos memorables, se hizo sólido de local y sacó muchos puntos de visita. Como todo equipo chico, priorizó hacerse fuerte en lo defensivo para que cuando tenga algunas oportunidades en el área rival pueda aprovecharlas y ganar los encuentros. Fue ordenado, inteligente y empezaron a aparecer jugadores realmente trascendentes. El equipo consiguió victorias ante clubes grandes, como el 2-1 al Chelsea en diciembre de 2015, el 2-0 al Liverpool unos meses después y el 1-3 al Manchester City en Etihad Stadium. Al final, el campeonato se logró cuando todavía faltaban dos fechas para que finalice la Liga Premier.
Sin embargo, todos estos bonitos recuerdos fueron echados por la borda porque ese hombre tan histórico, tan importante y tan glorioso fue despedido por la dirigencia de los ‘zorros’ la semana pasada, debido a algunos últimos malos resultados.
Las cosas han cambiado
Luego de ver a ‘The Foxes’ durante toda una temporada en los primeros lugares, ahora se encuentran en el puesto 15, muy cerca de la zona de descenso.
Para muchos, parece que la directiva de los ‘zorros’ vio la parte negativa, pues se olvidó que Ranieri y sus muchachos consiguieron un histórico primer lugar en la fase de grupos de la Champions League, superando al Porto, al Copenhague y al Brujas. Además, en octavos se sacó un resultado aceptable en la ida (derrota de 2-1 ante el Sevilla), totalmente remontable en la ciudad de Leicester.
Fue justamente luego de dicho partido por Champions League que la dirigencia decidió cesar de su cargo al italiano, aunque detrás de este despido se hablaron muchas cosas. El diario The Sun insiste que fue un complot dirigido, sobre todo por los futbolistas Kasper Schmeichel, Wes Morgan, Marc Albrighton y Jamie Vardy, considerados los pesos pesados del equipo, quienes ya no querían más a Claudio Ranieri. Claro que al inicio de la temporada 2015-2016, en la que salieron campeones, la relación fue linda y aunque se fue desgastando con el tiempo, las cosas continuaron en buena forma hasta que lograron el título. Sin embargo, la relación siguió de mal en peor y se supone que para estos jugadores, la convivencia con el italiano ya no daba para más. Las publicaciones de este medio afirman que estos jugadores se reunieron hasta tres veces con la cúpula del club y que en una cuarta y última, el presidente tailandés del equipo, Vichai Srivaddhanaprabha, aceptó la propuesta de los futbolistas.
Vardy, su creación
Dentro de los cuatro jugadores que menos querían seguir con Ranieri se encontraba el mencionado Vardy, delantero que acabó como goleador del equipo con 24 dianas. El atacante era realmente un don nadie antes de esta campaña, pues la temporada anterior había anotado solamente cinco tantos. El propio Vardy aseguró en reiteradas ocasiones que le debe mucho al DT italiano. Sin embargo, le tiró una especie de puñal por la espalda cuando exigió su salida. Cuando ya estuvo afuera, Vardy, evidentemente, no perdió la oportunidad de enviarle una emotiva carta.
Muchas cosas se van a hablar sobre lo que pasó con Claudio Ranieri y su historia con ‘The Foxes’. Lo cierto es que con esa situación se demuestra una vez más que los resultados mandan en el fútbol y que también los jugadores son capaces de remover a un técnico.
Lo llamativo justamente sobre esto es que luego de que sacaron a Ranieri, el Leicester City goleó 3-1 al Liverpool (luego de tres derrotas consecutivas) y el equipo corrió once kilómetros más que en los partidos anteriores. Ahora muchos se preguntarán, ¿coincidencia o ‘camita’?
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