Real Madrid alineó por primera vez en su historia con un solo jugador español dentro de su equipo titular. Los españoles confiaron en su poder extranjero para eliminar al Galatasaray en los cuartos de la Liga de Campeones.
El único representante de la 'Madre Patria' fue el arquero sevillano Diego López, discutido por algunos, menos por el técnico José Mourinho, después de haberle ganado el titularato a Iker Casillas.
En esta ocasión las bajas por sanción de Ramos y Xabi Alonso, aumentado a la ausencia de Arbeloa, provocaron más de una variante en la estrategia del estratega portugués.