Real Madrid tratará de dejar bien encarrilado su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones con su tercera victoria ante la Juventus. Su, en teoría, gran rival por la primera plaza, pero que llega al Santiago Bernabéu con más urgencias de las previstas.
Tras dos partidos saldados con goleadas ante los equipo más asequibles del Grupo B, Galatasaray (1-6) y Copenhague (4-0), el conjunto madridista tendrá su primer gran examen continental ante uno de los grandes del fútbol europeo, una Vecchia Signora que, pese a su dubitativo momento, siempre es peligrosa y no quiere dejar escapar la oportunidad de recuperar todas sus opciones de pelearle el primer puesto a los de Carlo Ancelotti.
Vieja inestable
El campeón italiano llega a la cita con dos sorprendentes empates en las dos primeras jornadas y conciente de que una derrota en el Bernabéu significaría prácticamente decir adiós a la primera plaza, además de complicarse mucho más su futuro en un torneo, donde el año pasado volvió a ser protagonista, ofreciendo esa solidez y competitividad que lo convierte en un enemigo a tener en cuenta.
Además, la Juve está situada a tres días del primer clásico de la temporada, donde el Real Madrid va a jugarse mucho de su crédito en este irregular inicio de campaña, que según palabras de su entrenador, parece que poco a poco va enderezando, aunque necesita confirmarlo en dos encuentros de alto nivel y que desde el vestuario no ven como determinantes.
Por ello, ganar al conjunto de Antonio Conte, y hacerlo con solvencia y buen juego, significaría un buen impulso en lo deportivo y en lo anímico, para afrontar la visita al Barcelona y disipar algunas de las dudas mostradas hasta hoy.