Barcelona vs. PSG: la crónica que debes leer tras la remontada

“No pues, es imposible. El PSG ganó 4-0 y está jugando demasiado bien”, era lo que mencionaban casi todas las personas amantes de fútbol que gozan al ver la Champions League. Pero lo que pasó ayer fue tan histórico, tan heroico y memorable, que hasta a la persona que escribe estas líneas se le salían las lágrimas de lo emocionante cuando Sergio Roberto, todos los jugadores, comando técnico y afición del Barcelona corrían como locos por el campo de juego del Camp Nou para decir “lo logramos”.

Ayer no importaba de qué equipo eres. Lo único relevante fue que se logró la hazaña. Se consiguió lo imposible, lo que nadie había podido lograr nunca en el fútbol. El Barcelona fue capaz de hacerlo, jugando -eso sí- el mejor partido que no se le veía jugar hace años.

Y lo más bonito fue que se consiguió de la manera más difícil. Con un gol en contra para el Barcelona, que le significó a los de Luis Enrique anotar tres más. Claro que es preciso mencionar que el arbitraje del señor Deniz Aytekin, de nacionalidad alemana, fue muy polémica, tirando para mala, dándole muchos beneficios al Barcelona; pero como ya lo dije, lo más importante es lo que sucedió en el campo de juego y el hecho de que las cosas se pueden conseguir si es que uno se las propone a carta cabal.

A los 3 minutos Luis Suárez asustaba al PSG con un tanto medio forzado. A los 40’, Kurzawa anotaba en contra y ponía las cosas bonitas para el segundo tiempo.

El primer penal llegó para el Barza cuando Neymar se iba hacia el arco. Polémico sí, pero eso no le importó a Lionel Messi para poner el 3-0. Las cosas se le complicaron al Barza con el gol de Edinson Cavani a los 62’. Un palo, otra de Cavani y una más de Di María pudieron sentenciar el encuentro, pero estas ocasiones le daban vida al Barcelona.

Y a los 88’, casi con la eliminación encima, llegó el show de Neymar. Extraordinario golazo de tiro libre, penal -inexistente- anotado y centro para que Sergio Roberto haga explotar el Camp Nou. Premio par el Barcelona y durísimo castigo para el PSG de Unai Emery, a quien se le vio llorando al final.

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