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Kaka anunció su retiro del fútbol a finales de 2017 y explicó por qué decidió colgar los chimpunes a los 35 años. Además, lamentó no jugar el Mundial de Brasil 2014.
"Durante mi última temporada pensé mucho. Tenía días buenos y malos. Había días que quería seguir jugando al fútbol diez años más y había otros en los que lo quería dejar en ese mismo momento. Así yo no podía tomar una decisión, estaba o muy alto o muy bajo, nunca en la media. Así que esperé a que acabara la temporada y llamé a mi novia, mi padre, mi madre, mi hermano con su mujer y les dije que me ayudaran con su oración. Les pedí 40 días para tomar la decisión, para reflexionar, rezar", dijo Kaká en Marca.
"Me fui a Madrid y a Milan a ver fútbol, porque quería saber si viendo a estos equipos, que son mis equipos y son el top, me entraban ganas de seguir jugando. Si sentía que yo queria estar ahí en el césped, estaba claro que el fútbol seguía dentro de mí, aunque luego yo jugara en otros equipos de otro nivel. Vi al Real Madrid contra el Dortmund y disfruté mucho, pero no me entraron esas ganas de estar en el césped. Luego fui a Milán y me pasó lo mismo. Así que regresé a Brasil y le dije a mi familia que estaba muy seguro de que el fútbol para mí se terminó. Ahora me toca buscar otra cosa para hacer", agregó.
Su peor momento
"Después del Mundial 2010, justo cuando empiezo mi segundo año con el Real Madrid. Me tengo que operar de la rodilla, tengo la cadera en una mala condición... Fue un momento muy difícil porque yo no sabía en qué condiciones iba a volver a jugar. Sentía muchos dolores en la rodilla y en la cadera y encima venía un entrenador nuevo al Real Madrid... Este momento fue muy difícil. Pero otro momento difícil fue cuando salí del Madrid para ir a Milan. Yo quería ir al Mundial de 2014 con mi selección. Y salí del Madrid porque hablando con Ancelotti entendí que mis oportunidades iban a ser muy pocas. Y yo quería jugar el Mundial de mi país. Pero me voy al Milan y en mi primer partido me lesiono. Ese golpe fue durísimo", finalizó.