Durante un partido de la Copa Italia, un jugador fue mordido por el rival, pero, por increíble que parezca, el expulsado fue la víctima y no el agresor.
Se enfrentaban Bari contra Avellino. Tiro libre en el área de los segundos. El delantero Giuseppe de Luca y el defensor Gianmario Comi forcejean. Ambos caen, y cuando están en el suelo, de Luca sufre el mordisco de Comi.
El árbitro vio el forcejeo, pero no ve la agresión. Ante ello y , según su criterio, decide expulsar a de Luca, pese a que este le mostraba las marcas de la mordida.
Bari, en busca que se castigue al agresor, ha publicado en su página oficial fotos de los daños causados en el brazo de su jugador, de Luca. Ahora esperan que la Federación italiana tomo cartas en el asunto.