José Mourinho, entrenador del Manchester United, abandonó este jueves la entrevista pospartido con la cadena británica de televisión Sky Sports a los 28 segundos, visiblemente descontento por la actuación arbitral en el partido de vuelta de semifinales de la Copa de la Liga frente al Hull.
Aunque el Manchester United perdió por 2-1 en el KCOM Stadium, hizo bueno el triunfo 2-0 de la ida en Old Trafford para reservar su billete para la final del próximo 26 de febrero en Wembley, donde se medirá con el Southampton.
"Quiero felicitar a mis jugadores porque ha sido muy difícil llegar a esta final, y ahora estamos ahí", dijo un malhumorado José Mourinho.
"No quiero decir nada más porque es suficiente. Estoy tranquilo, me comporté en el banquillo, no me expulsaron, no hubo ningún castigo, así que no tengo más palabras", declaró el portugués, antes de marcharse de la entrevista a los 28 segundos.
José Mourinho estaba visiblemente descontento por la actuación del árbitro, Jon Moss, quien pitó un polémico penalti en contra de su equipo por una falta del argentino Marcos Rojo que no existió y más tarde obvió uno a su favor por una falta que sufrió Smalling dentro del área.
El Manchester United reservó este jueves su billete para la final de la Copa de la Liga de Inglaterra (EFL Cup), en la que se medirá, el próximo 26 de febrero en el estadio londinense de Wembley, al Southampton (16:30 GMT).
El Manchester United se verá las caras en el partido por el título con el Southampton, que ha llegado a su primera gran final desde el año 2003. La final de la EFL Cup 2017 se disputará el domingo 26 de febrero en el estadio londinense de Wembley a las 16:30 GMT.