El equipo de fútbol aficionado irlandés Ballybrack F. C. ha reconocido que ha cometido un "grave error" cuando fingió la muerte de uno de sus exjugadores, el español Fernando Lafuente, para lograr el pasado fin de semana la suspensión de un partido de una competición regional. La historia ha recorrido los medios nacionales e internaciones y, sobre todo, las redes sociales, después de que el propio futbolista se enterase la noticia.
La historia corrió como pólvora en los medios nacionales y las redes sociales, después de que el propio futbolista se enterara de la noticia de su defunción, la cual se ha tomado con mucho humor. "Estoy vivo y coleando", declaró a la emisora de radio Newstalk Lafuente, quien llegó a Irlanda en diciembre de 2017 e ingresó poco después en la filas del Ballybrack F.C. de Dublín.
Sin embargo, lo abandonó al final de la temporada pasada, tras dejar la capital irlandesa y trasladarse a la localidad de Galway, al oeste del país, donde trabaja en una compañía de desarrollo de software.
"De hecho, yo me enteré el martes 27 de noviembre de que estaba muerto, cuando me llamaron del trabajo. Nuestro consejero delegado estaba en San Francisco y lo vio en las noticias. Por suerte yo estaba trabajando, así que supo enseguida que yo estaba bien", explicó Lafuente.
La directiva del Ballybrack F.C. posteó en su perfil Facebook un comunicado en el que pide perdón por el "grave error de juicio" cometido por un miembro de su equipo técnico, quien ha sido apartado de sus funciones, mientras investiga el suceso.
Al parecer, esa persona comunicó a la Leinster Senior League que Lafuente falleció el pasado jueves en un accidente de tráfico, lo que provocó no solo la suspensión del partido que tenía previsto disputar el sábado, sino que también se llegó a celebrar un minuto de silencio en todos los encuentros de Liga.
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