En la liga en la que juega figura en el último puesto (el líder es el Royal Pari FC de Roberto Mosquera) y el riesgo del descenso es tan fuerte como la crisis económica que atraviesa. Es tan complicado el momento que vive el club boliviano Real Potosí que sus jugadores tienen que vender sus chimpunes para poder sobrevivir.
Quien hizo público el estado de abandono en el que se encuentran fue el propio entrenador de esa escuadra de la primera división de Bolivia, Sergio Apaza. "Han tenido que vender sus calzados para darles plata a sus hijos", confesó el técnico al portal de El Deber.
La situación es tan dramática que los jugadores iniciaron una huelga (se apostaron en una calle impidiendo el paso de los vehículos) exigiendo que los dirigentes del Real Potosí cumplan con pagarles sus sueldos, tal y como se habían comprometido.
"Son plazos que ellos mismos se ponen y no pueden cumplir (…), se nos prometió pagarnos el domingo y no aparece nadie", reclamó el defensor Herman Soliz.
Esta profunda crisis institucional ha llevado, además, a que la salud de los futbolistas se vea perjudicada. "A más del 50% de nuestros jugadores les falta peso. Tengo terror de que se acalambren o que se desgarren", expresó preocupado el DT Apaza.