El Real Madrid acude al estadio de Riazor, campo gafe durante dos décadas, pero en el que ha puntuado en sus tres últimas visitas, con la imperiosa necesidad de ganar tras dos derrotas consecutivas en Liga, resultados que le dejan a seis puntos del líder y a uno de un Deportivo que hará rotaciones.
Para ello cuenta con un Cristiano Ronaldo que se acerca a su plenitud, tras superar sus problemas físicos y que encara el reto de marcar en uno de los pocos estadios que se le resiste. En tres visitas nunca firmó un tanto en La Coruña.