Cosas del fútbol. Corría el mes de marzo de 2015, cuando a Tony Skeffington le dieron cuatro semanas de vida. Parecía que el cáncer solo le iba a dar un mes de tregua para seguir disfrutando del amor de su mujer y de otra de sus pasiones, el Leicester.
En ese escenario, Skeffington no dejó que el cáncer ganase la primera de las batallas, y consiguió celebrar la salvación del Leicester la temporada pasada. Pero este curso, pudo ver las gestas de su equipo, así lo explicaba en marzo de 2016. “Ver el renacer de mi equipo, salvado el año pasado por un milagro y ahora liderando la clasificación, me está ayudando a luchar contra mi batalla. Vamos por más logros”, escribió en su cuenta de red social.
Uno de sus sueños era volver a Inglaterra desde Australia para ver un partido en directo de su equipo, pero la enfermedad no le dio margen. Tanto Ranieri como los jugadores, al enterarse de su historia, le enviaron a su casa distintos regales.
Ahora, cuatro semanas antes del final de la Premier, el cáncer ha impedido a Tony disfrutar del posible título del Leicester. Su mujer explicó en la Gazzetta dello Sport que “encontró energía para poder comentar el partido con sus hijos, aunque casi ya no tenía voz. Se levantó incluso de la silla para celebrar el gol de Vardy. Estoy segura de que les animará desde allí arriba”, concluyó.
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— Diario El Bocón (@elbocononline) 5 de abril de 2016
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