La carrera de Luciano Cabral parece haber llegado a su fin. El futbolista argentino nacionalizado chileno fue condenado a nueve años de cárcel tras ser declarado culpable de ser coautor del homicidio simple de Joan Villegas, ocurrido en General Alvear en enero de 2017. Su padre recibió una pena de 16 años y un primo suyo también pasará ocho años tras las rejas.
A fines de 2016, Luciano Cabral, que entonces jugaba para el Atlético Paranaense de Brasil, había viajado a su natal Mendoza para celebrar junto a su familia las fiestas de fin de año. En la madrugada de Año Nuevo, él, su padre y su primo se enfrascaron en una pelea en la que la víctima terminó con heridas mortales. Según medios argentinos, el motivo habría estado relacionado con las drogas.
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Tres días después, el futbolista de 23 años se entregó a las autoridades. Si bien el padre de Luciano confesó haber sido el autor del crimen, pericias detectaron sangre de la víctima en las zapatillas del exseleccionado Sub 20 de Chile (fue convocado por Hugo Tocalli).
La Fiscalía pidió 15 años de cárcel para el deportista, por lo que no se quedó satisfecha, tampoco la familia de la víctima, con la pena que finalmente le impusieron. Por eso, comunicaron que apelarán la sentencia.
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