La selección de Portugal, campeona de la Eurocopa 2016, fue aclamada en Lisboa por una multitud, a la que Cristiano Ronaldo y sus colegas retribuyeron, primero, con efusivos saludos desde un autobús descapotable y luego en un acto en una plaza lisboeta.
Fiesta total
Ataviados con camisetas, bufandas y banderas rojas y verdes, los aficionados se agolparon en el edificio del aeropuerto Humberto Delgado y contra las vallas exteriores para ver aterrizar al avión en que viajaban los jugadores y el trofeo, a bordo de un vuelo llamado “Champ16”.
El avión, bautizado “Eusebio” en honor al mítico futbolista portugués fallecido en 2014 y con el mensaje “Juntos volamos lejos” pintado en el lateral, aterrizó en Lisboa escoltado por la Fuerza Aérea y fue bañado con espuma roja y verde.
Los aficionados, llegados de todos los rincones del país, recibieron a los futbolistas a grito de “¡Campeones, somos campeones!” y corearon el himno nacional, mientras por megafonía sonaba el “We are the champions” de la banda británica Queen.
Condecorados
Desde el aeropuerto, la selección de las “quinas” se trasladó al Palacio de Belém para ser recibidos por el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, quien les otorgó el título de Comendador, la principal distinción civil que se puede conceder en Portugal. Aunque dicha ceremonia fue solo simbólica, ya que las medallas todavía no estaban preparadas.
“La orden del mérito no es la mayor condecoración que han recibido o que van a recibir: esa fue dada por el pueblo portugués y está llena del orgullo y la gratitud por aquello que hicieron durante más de un mes por Portugal”, sostuvo el mandatario portugués, para luego asegurar que “hace un mes y tres días dije que son los mejores de Europa y mucha gente me dijo que son buenos, pero tienen suerte. Ha quedado demostrado que no hay casualidad ni suerte y que no son un equipo cualquiera ni hubo otro equipo mejor. Son los mejores de Europa y toda Europa y el mundo lo dijo”.
Tras la recepción con el Jefe del Estado, los futbolistas recorrieron los principales puntos de Lisboa a bordo de un autobús, que pasó por la céntrica plaza de Marqués de Pombal, la Avenida Liberdade y acabará en la Alameda Dom Afonso Henriques.
En Alameda, donde durante todo el campeonato se han proyectado los partidos de la selección lusa, estuvo instalado un escenario desde el que los jugadores dirigirán un mensaje a los portugueses.
Alaban a Cristiano
El jugador más aclamado fue evidentemente Cristiano Ronaldo. El delantero se mostró con una bandera de su natal Madeira y fue el último en recibir la distinción entre los aplausos de los presentes, entre los que también se encontraba el primer ministro luso, António Costa, y los líderes de los principales partidos políticos.
CR7 estuvo especialmente activo en las celebraciones, agradeció el cariño de la entregada hinchada: “Este (título) europeo es para todos ustedes, los que están en Portugal y los que están emigrados”, arengó desde el escenario montado en la Alameda Dom Henrique, en el este de la capital lusa. En tanto, Éder, el héroe que marcó el tanto del triunfo, bromeó con la afición y declaró el 10 de julio como un día festivo.