La selección estadounidense femenina de fútbol conquistó hoy en Vancouver (Canadá) el tercer título mundialista de su historia con una exhibición de fuerza que aniquiló al combinado japonés, un campeón que cayó con estrépito (5-2) ante la soberbia actuación de Carli Lloyd.
Centrocampista reconvertida en segunda delantera, la capitana de la escuadra estadounidense dictó la victoria de su equipo cuando apenas habían transcurrido dieciséis minutos. Ese fue el tiempo que necesitó para erigirse en la indiscutible protagonista de la final con un triplete exprés que redujo a la nada las opciones de un segundo título para las Nadeshiko, triunfadoras cuatro años atrás.
Dispuestas a cobrarse la revancha de la final perdida en 2011, las pupilas de Jill Ellis se encomendaron a la inspiración de Lloyd, artífice del éxito yanqui en los pasados Juegos de Londres cuando, con dos tantos, negó el oro olímpico (2-1) al conjunto nipón.