El Sevilla de Jorge Sampaoli cerró un gran año, a falta del partido de Copa, con una goleada incontestable por 4-1 en el duelo andaluz ante un débil Málaga, muy vulnerable en defensa y sin claridad arriba, con lo que los sevillistas aguantan el pulso en las alturas de la tabla y se colocan provisionalmente segundos.
El Sevilla, que acabará la jornada tercero si el Barcelona gana el derby al Espanyol, fraguó su triunfo con un gran juego y mucha efectividad en los diez minutos que discurrieron entre el 25 y el 35, en los que Vietto, con un doblete, Ben Yedder y Vitolo lograron los tantos, mientras que en la reanudación el Málaga, muy endeble en defensa, acortó distancias con un golazo de falta de Sandro.
El Málaga, con Miguel Torres y el uruguayo Ricca de laterales, el venezolano Rosales y Juan Carlos Pérez como carrileros ayudando a los medios Camacho y Fornals, y el venezolano Juanpi Añor y Sandro, su máximo goleador, más adelantados, amagó con tímidas llegadas, pero le faltó más convicción y, además, estuvo muy mal en defensa.
A los 20 minutos, el brío inicial de los locales se había diluido y Pablo Fornals avisó con un tiro lejano que se fue fuera por poco. Dos minutos después replicó Vicente Iborra, autor de un triplete en el triunfo ante el Celta (0-3), pero malogró un pase de Ben Yedder.
A partir del ecuador de esta mitad, cuando parecía que el juego se tornaba anodino y ambos equipos carecían de chispa y de ideas para someter a su rival, el Sevilla, con un fútbol rápido, vertical y vertiginoso en ataque, se desató y rompió el choque con dos goles de Vietto, muy activo y atinado, en solo tres minutos, del 25 al 28.
El argentino puso el 2-0 en el marcador, una amplia renta que le puso las cosas muy complicadas al equipo malagueño. Primero, batió con un tiro colocado al ucraniano Denys Boyko, tras un gran servicio de N'Zonzi, y luego remachó en el área chica un pase atrás de Vitolo tras un jugadón por la izquierda del canario, rápido y poderoso.
A la media hora de juego, el uruguayo Federico Ricca pudo acortar distancias al cabecear una falta, pero el equipo del argentino Jorge Sampaoli no bajó el pistón, siguió con una marcha más que su rival y aprovechó a la perfección la notoria pasividad y desorientación de la defensa blanquiazul, que hacía aguas por todas partes.
Así, ayudado por su velocidad, su ambición y, sobre todo, por las concesiones de los defensas malaguistas, muy blandos y desubicados, el Sevilla redobló su ofensiva y logró dos tantos más en solo dos minutos, al marcar Ben Yedder a centro del argentino Mercado en el 34 y un minuto después Vitolo tras ponerla en el área chica Vietto.