El directivo italiano Gianni Di Marzio quiso fichar a Cristiano Ronaldo en 2002 para el Juventus Turín, si bien la negociación se detuvo porque el chileno Marcelo Salas rechazó ser cambiado por el portugués y jugar en el Sporting de Lisboa.
"Señalé a Cristiano Ronaldo para el mercado italiano cuando yo trabajaba en el Juventus. Era un Sporting Lisboa-Belenenses del octubre de 2002. Él llevaba el número 18", explicó a Efe Di Marzio, responsable técnico de exteriores del Juventus entre 2001 y 2006.
El objetivo inicial de su viaje a Lisboa era ver a Ricardo Quaresma pero en aquel partido el extremo se quedó en el banquillo y, de este modo, pudo apreciar el juego de Cristiano Ronaldo, que ese día, con 17 años, disputaba su tercer partido.
"Llamé a Turín y puse por escrito que sería el mejor jugador del mundo, obviamente después de Maradona. Negocié, llevé a Cristiano Ronaldo a Turín en 2002 para firmar con el Juventus pero Salas no aceptó el trueque", recordó.
Di Marzio, que entrenó al Napoli en la década de los 70, afirmó que "por pocos millones Salas no quiso ir y luego terminó en el River Plate".
"Así, el Juventus perdió a Cristiano Ronaldo", zanjó, después de asegurar que el agente Jorge Mendes "conoce muy bien esta historia"
Quince años después de esta operación truncada, el antiguo equipo de Di Marzio, el Napoli, se enfrentará al de Ronaldo, el Real Madrid, el miércoles en un partido de la Champions League que tendrá lugar en el estadio Santiago Bernabéu de la capital española.
"El Napoli tiene que jugar al fútbol. Dependerá de cómo juega el Madrid. Si el Madrid le deja espacios, el Nápoles le hace daño. En velocidad, con el campo abierto, el Nápoles hace daño. En su casa, el Madrid atacará y si le deja 50 metros, el Nápoles con dos pases puede llegar", dijo.
"Si el Madrid, inteligentemente, da un paso atrás y deja jugar al Napoli, entonces los 'azzurri' dejarán espacios y allí Cristiano Ronaldo, Benzema y todos los demás fallan muy poco", añadió.