Cristiano Ronaldo condenó este jueves los insultos racistas que los aficionados del Inter profirieron el miércoles contra el defensor del Nápoles Kalidou Koulibaly, quien fue expulsado en el minuto 81 tras escuchar menosprecios durante todo el partido.
"En el mundo del fútbol se necesita siempre educación y respeto. No al racismo y a cualquier forma de discriminación", escribió hoy el delantero portugués del Juventus de Turín en las redes sociales.
La reacción del ex Real Madrid se suma a la de otras figuras del mundo del fútbol que han lamentado los episodios bochornosos que se vivieron ayer en el estadio Giuseppe Meazza.
Los aficionados del Inter y del Nápoles ya se enfrentaron antes de que comenzara el choque en unos altercados que se saldaron con cuatro personas apuñaladas y otra fallecida tras ser atropellada por una furgoneta.
La tensión continuó después dentro del estadio, donde los seguidores del Inter corearon improperios contra varios jugadores de raza negra, entre ellos Koulibaly, que terminó expulsado.
Tras este suceso, la Federación de Fútbol italiana (FIGC) ha decidido elaborar normas que faciliten la suspensión de los partidos en caso de que existan coros racistas, según ha anunciado hoy en una nota el presidente, Gabriele Gravina.
El propio Koulibaly repudió anoche estos insultos en un mensaje en las redes sociales en el que dijo estar "orgulloso" de su "color de piel, de ser francés, senegalés y napolitano" y sobre todo "un ser humano".
El entrenador del Nápoles, Carlo Ancelotti, ya mostró su enfado durante y después del partido, y en la rueda de prensa posterior al cruce afirmó que pidió "tres veces a la fiscalía la suspensión del partido por los gritos contra Koulibaly".
"Ha habido tres peticiones, pero no ha bastado, el partido ha seguido. La próxima vez nos paramos nosotros, aunque nos hagan perder el partido", dijo, al tiempo que subrayó que "Koulibaly estaba nervioso y normalmente es una persona muy calmada y respetuosa".
El alcalde de Nápoles, Luigi de Magistris, también ha criticado duramente estos episodios y se ha preguntado: "¿cómo iba a suspenderse un partido en un país que vive del racismo y que tiene en el Gobierno a un ministro del Interior (el ultraderechista Matteo Salvini) que debería garantizar la seguridad en los estadios pero que cantaba hace años coros racistas contra los napolitanos?".