Copado de camisetas cremas, gritos de gol, caras felices y una fervorosa pasión, el día que se inauguró el Estadio Monumental de Ate -2 de julio del año 2000- sentó en su partida de nacimiento el estandarte de ser el coloso más grande de Sudamérica. Léase así: 80.093 espectadores de lujo. El tiempo, las vueltas olímpicas, los partidos ganados en el último minuto han cobrado un emocionante sentido ayer con una noticia que remeció los cimientos de sus cuatro tribunas y se abrazó con amor sobre los palcos suites.

La casa de fue elegida como la sede oficial de la final de la entre y . Voy a repetirlo cuantas veces sean posibles para aceptar que es verdad, que el sábado 23 de noviembre desde las 3:00 p.m. el balón rodará en Lima.

En el Perú, el país donde no esperamos el tuit oficial para adelantar una mega noticia, ayer los periodistas, hinchas y ajenos estuvimos comiéndonos las uñas para conocer si al fin habían elegido Lima para albergar la definición del principal torneo de clubes en este lado del mundo. Sobre las seis de la tarde, cuando la expectativa reventada en redes sociales, el Twitter certificado de Marcos Braz, vicepresidente de Flamengo, confirmó lo que esperábamos: “Lima, Perú”, publicó, y fue suficiente para entender que la Copa venía a casa.


Decisión final

En la sede de la Conmebol, en Asunción, ayer hubo una cumbre en la que se planteó todos los escenarios posibles sobre la final, que tenía al Nacional de Santiago como sede elegida. Las protestas en Chile hicieron imposible que la definición se juegue en la capital chilena, y ahí fue que apareció la posibilidad de una final limeña.

Se propuso en un inicio a la Nueva Olla de Cerro Porteño, y luego se descartó. Apareció la chance de llevar la final a Medellín, y los finalistas lo desaprobaron. Hasta Miami y su poder económico estuvieron sobre la mesa en algún momento de la reunión. Finalmente, hubo humo blanco y el Monumental de Ate fue elegida como la sede.

“Tras analizarlo en 360 grados, se decidió junto con los clubes que se pueda jugar en Lima. Agradecemos también al gobierno del Presidente Martín Vizcarra, quien nos ha dado todas las garantías para que se pueda dar el encuentro en Lima”, fueron las primeras palabras Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, en la conferencia de prensa donde estuvo acompañado por Claudio Tapia (AFA), Rogério Caboclo (CBF) Sebastián Moreno (ANFP), más los presidentes Rodolfo D’Onofrio (River) y Rodolfo Landim (Flamengo).

“Veníamos trabajando por una ciudad más de un año, pero hubo que cambiarla por la opción más viable. Ambos presidentes de los clubes están haciendo un esfuerzo enorme por entender la situación que nos lleva a tomar esta decisión y teniendo las garantías del gobierno peruano se hace más fácil”,continuó Domínguez en su explicación.

Meses atrás, Lima perdió la sede de la final de la Copa Sudamericana 2019, y ahora sabe a revancha que la definición de la Copa Libertadores se juegue en nuestra capital. “Cuando se tomó la opción de Lima como sede para la final de la Sudamericana, hubo hechos en Perú, como el cambio en la presidencia, así como también cambios en la FPF, por lo que se hizo difícil, hoy por hoy todo está solucionado y no existen problemas, ejemplo de eso, es que realizarán el Mundial Sub-17”, sostuvo el titular de la Conmebol en Asunción.

El River-Flamengo en la capital peruana será, también, una prueba para todos nosotros. Para vernos de frente a las caras y saber si estamos preparados como sociedad futbolera. Restan 18 días para encontrar la respuesta final. ///