Alianza Lima cayó ante Junior en Barranquilla por la mínima diferencia, resultado que no solo lo complica en la tabla de la Copa Libertadores -que ya lo estaba- sino que además lo deja con pocas chances a poder clasificar a una Copa Sudamericana.
El dominio de Junior fue de principio a fin, con incontables ocasiones de gol. Juego asociado, dinámica, pases filtrados que complicaron los 90 minutos a la defensa fueron las armas en ataque de Junior, al que solo le faltó el toque final para poder anotarle goles a Alianza Lima.
Por su parte, el equipo de Pablo Bengoechea solo apelaba a replegarse y buscar, con pelotazos, algún contragolpe que pudiera generarle daño a los colombianos, algo que nunca ocurrió.
El único gol del partido lo anotó Luis Carlos Ruíz para Junior, luego de un pase hacia el centro del área en el que le gana la posición a Miguel Araujo y saca un remate potente para vencer el arco de Angelo Campos.
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Es el momento de la redención, la ocasión idónea, pero difícil a la vez, para que Alianza Lima cambie los comentarios ácidos por el bajo rendimiento de los jugadores, la mala gestión de la administración y la poca mano del entrenador, por un momento de calma y tranquilidad, que les daría únicamente un triunfo en tierras barranquilleras contra Junior.
El objetivo, que entre líneas se lee, es el tercer puesto, lugar que le daría un cupo a la Copa Sudamericana, luego de quedar eliminados de la Copa Libertadores. Ni el comando técnico ni los jugadores asientan con la cabeza sobre esa realidad. Los octavos de final están lejos; por eso, no quedar últimos en la tabla de posiciones del Grupo H es la consigna a obtener.