El Gremio derrotó al Deportes Iquique por 3-2, en un partido en el que los brasileños se complicaron la vida después de ponerse con tres goles de ventaja a su favor antes de la media hora.
Con la victoria, la segunda en dos jornadas, el Gremio consolida su favoritismo en el Grupo 8 de la Copa Libertadores, mientras que el actual líder de la liga chilena no puede permitirse más tropiezos si quiere acceder a los octavos de final, tras debutar en el torneo con una derrota en casa ante el Guaraní paraguayo.
Apenas habían pasado cinco minutos cuando el portero Bryan Cortez se lució por primera vez, tras un disparo de Pedro Rocha desde la frontal con el que finalizó una buena jugada colectiva del local.
Con una presión asfixiante, el Gremio encerró al Iquique en su campo y encontró recompensa a su buen fútbol al filo del cuarto de hora, con un disparo desde fuera del área de Luan que hizo una extraña parábola y acabó superando a Cortez.
Sin tiempo para reponerse, los chilenos encajaron otro gol pocos minutos después, tras una nueva pérdida de balón en el centro del campo que terminó con un gran pase entre líneas de Léo Moura para Luan, que sin oposición, superó con gran clase la salida de Cortés con un leve toque del balón por encima del guardameta.
El festival ofensivo del tricolor gaúcho no paró, y Rocha estuvo a punto de hacer el tercero en el minuto 25 al quedarse sólo ante Cortes, aunque el portero adivinó su lanzamiento.
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Segundos después, el mismo Pedro Rocha fue derribado dentro del área y tras señalar el árbitro penalti, el ecuatoriano Miller Bolaños no falló desde los once metros y puso el 3-0 antes de la media hora. Los locales pudieron hacer el cuarto en varias ocasiones antes de llegar al descanso, pero no tuvieron acierto en los metros finales.
En la segunda parte, el técnico visitante, Jaime Vera, dio entrada a Diego Bielkiewicz y Mathías Riquero buscando aire nuevo en el ataque, y los cambios dieron resultado. El Gremio bajó el pistón y su relajación la aprovecharon los chilenos, sin esforzarse demasiado, para hacer cundir el pánico entre la afición local.
Primero, con un cabezazo de Rafael Caroca tras un lanzamiento de esquina en el minuto 60 con el que sorprendió a Marcelo Grohe, y poco después una combinación en la izquierda del ataque chileno entre Álvaro Ramos y Misael Dávila, la culminó este último desde dentro del área con un certero disparo para poner el 3-2.
Al final, el Gremio no dio más concesiones a su rival, y sumó su segunda victoria en dos partidos.
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