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Fierros y bellas modelos. Esta vez la conejita de Playboy, Jesse Preston, sufrió con el poder de un motor de un Lamborghini Aventador. Los 700 caballos de fuerza del vehículo fueron motivos más que suficientes para vivir un espectacular paseo. 

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La llamó la experiencia más intensa de su vida. La hermosa modelo subió al poderoso vehículo y el piloto no tuvo reparo en pisar el acelerador lo más que pudo. La pasión por los autos deportivos y las exhuberantes mujeres llevó a los creativos de Exotics Racing a fusionar ambos temas invitando a la modelo. 

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Velocidad a flor de piel. Los gestos de la modelo eran más que evidentes, y pese haber pasado momentos de miedo y angustia, Jesse Preston recomendó su aventura y aseguró que lo volvería a hacer.