El Real Madrid derrotó por segunda vez en una semana a un Barcelona desfigurado, que perdió la oportunidad de recuperar la autoestima en el Santiago Bernabéu, ante un rival que comenzó plagado de suplentes y acabó venciendo por ganas y fe con un testarazo con el alma de Sergio Ramos (2-1).
Los locales comenzaron valientes empujados por su afición, presionando a un rival con dudas tras la eliminación copera y a la primera encontró el premio. Morata se escapó muy fácil de Álves y puso un centro que aprovechó Benzema (6').
Luego el Real Madrid entregó el balón y el Barcelona dominó. El primer desmarque que lanzó Messi lo hizo gol. A espaldas de los centrales blancos, recibió con comodidad el pase de Álves y colocó su disparo ante la presencia de Sergio Ramos, al palo que no esperaba Diego López.
Cristiano Ronaldo saltó al campo (minuto 58) y el partido entró en un nuevo escenario.
La polémica, que nunca falta, estaba reservada para el final. Tras el disparo a la escuadra que repelió la madera de Cristiano, llegó una acción que indignó a los barcelonistas.
Alexis cayó en una acción con Sergio Ramos dentro del área cuando el partido se despedía. Hasta Iniesta, siempre calmado, fue amonestado por protestar. Valdés acabó expulsado con el choque terminado. Muestra de un Barcelona que pierde los nervios. La Liga en su bolsillo pero su gran enemigo le ha tomado la medida.