Un solitario gol de Thomas Müller, le dio al Bayern Munich una apretada victoria a domicilio sobre el Borussia Mönchengladbach (0-1) con lo que los bávaros aumentan a 13 puntos su ventaja sobre el segundo clasificado de la Bundesliga que es el RB Leipzig.
No fue un partido fácil para el Bayern Munich ante un Borussia Mönchengladbach que, hasta el gol, se encerró atrás y buscó ocasiones de contragolpe y en los últimos minutos lanzó una andanada ofensiva que hizo que a la postre el Bayern respirará aliviado con el pitido final.
El Bayern Munich tuvo una buena llegada antes del primer minuto, luego el Borussia MönchenGladbach tuvo una buena fase, con una ocasión para Patrick Hermann y otra para Tonny Jantscke.
Despúes el Bayern Munich asumió el control del partido, con claro dominio territorial y apropiándose de la pelota pero el Gladbach, con un gran despliegue físico, procuraba cerrar el área por lo que a lo largo de la primera parte hubo pocas posibilidades de gol.
En el segundo tiempo, el dominio de los bávaros se hizo más claro, el Gladbach y el Bayern Munich atravesaba rara vez la mitad de la cancha. Las ocasiones no abundaban porque era difíciles abrirse espacios.
Ante ello, el Bayern Munich circulaba permanentemente la pelota buscando el momento en el que Gladbach diera un resquicio y ese momento llegó en el minuto 63.
Thiago, desde la media punta, vio cómo Müller inciaba un recorrido en diagonal desde la derecha y le puso el balón en el borde del área pequeña. Müller controló el balón y definió sin problemas de pierna zurda.
Poco a poco el Gladbach se fue haciendo más agresivo. La primera alarma la dio un remate de Hazard en el 75 y luego, en los últimos diez minutos, intensificó los esfuerzos. En el 81 hubo una peligrosa incursió en el área de Josipo Drmic pero Javi Martínez logró atravesarse en su disparo. Ya en el descuento, en una situación parecida, Renato Sanches bloqueo un remate de Raffael.
La recuperación final del Bayern Munich estuvo antecedida de las susticiones realizadas por Carlo Ancelotti. La salida de tres hombres claves -Robben, Franck Ribery y Xabi Alonso- cambió el juego bávaro que tuvo menos control y eso fue aprovechado, aunque sin frutos, en los últimos minutos por el Gladbach.