Tras la historica remontada ante el PSG por la Champions League, el Barcelona llegó a Riazor para demostrar que eso no fue una simple coincidencia. Sin embargo, el cuadro de Luis Enrique no pudo ante el Deportivo La Coruña y terminó cayendo por 2-1.
El Deportivo La Coruña dio un paso al frente en los últimos minutos antes del descanso, Joselu apareció en escena para obligar a Ter Stegen a sacar una mano y despejar a córner y en esa acción desde la esquina nació el primer gol del partido.
Ni Javier Mascherano ni el guardameta alemán pudieron sacar el balón del área pequeña y Joselu, exdelantero del Real Madrid, recogió el esférico para 'romperlo' y dar una ventaja mínima a los deportivistas.
A los jugadores de Luis Enrique les bastaron 58 segundos para elaborar un ataque largo que acabó con la resistencia local cuando el balón, tras un centro de Denis Suárez y un intento de remate de André Gomes, le llegó a Luis Suárez, que recogió el rechace y batió a Lux.
Lejos de acobardarse, el Deportivo creció en la parcela ofensiva y aceptó un partido de ida y vuelta con el Barcelona, al que a punto estuvo de sorprender nuevamente con una volea de Joselu tras un pase filtrado por Bruno Gama.
Messi y Denis Suárez replicaron para los de Luis Enrique, que sustituyó a André Gomes y Arda Turan para refrescar el once con Rakitic e Iniesta y convertir el partido en casi un monólogo azulgrana en los veinte últimos minutos, al que los deportivistas respondieron a la contra y a balón parado.
Ter Stegen evitó un tanto de Arribas en un saque de esquina y el guión del partido reservaba un papel protagonista para el que hasta entonces había sido casi un actor de reparto en el Deportivo, Álex Bergantiños, que ya la temporada pasada había visto puerta en el Camp Nou (2-2) y que marcó el segundo de los coruñeses, de cabeza, tras un saque de esquina.
Luis Enrique apostó por Alcácer para tratar de reconducir el partido y el Barcelona dispuso de ocasiones para conseguirlo, pero se estrelló con Lux, providencial ante Luis Suárez en el minuto 80, y con la solidez defensiva de los blanquiazules, que aguantaron hasta el final.