La pesadilla empezó un día como hoy. Brasil era organizador de su mundial. Habían clasificado a las semifinales luego de derrotar a Colombia A pesar de la victoria, los locales no habían convencido en todo el torneo. En ese partido, Neymar salió expulsado y no estuvo ante Alemania. Los europeos por su parte, llegaban en mejor momento. Habían derrotado 1-0 a Francia. Ambos equipos no se enfrentaban desde la final del mundial de Corea Japón el 2002, cuando los brasileños vencieron con dos goles de Ronaldo.
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La catástrofe ocurriría en 30 minutos. La ausencia de Neymar, el mejor jugador de Brasil, se hizo notar desde los primeros minutos. Thomas Muller anotaría el primero a los 11' minutos. El estadio empezaba a silenciarse. Era solo un gol, todavía era remontable, pero nadie imaginó lo que llegaría. Miroslav Klose, que estaba a un gol de ser el máximo anotador de los mundiales logró su tanto. Era el 2-0 y la preocupación empezaba a ocupar todo el estadio.
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Toni Kross en dos oportunidades y un gol de Khedira cerraría el partido cuando ni siquiera se llegaba a los 30' minutos del primer tiempo. Lo que ocurrió luego fueron minutos trágicos, donde las cámaras de televisión no se cansaban de enfocar la caras sorprendidas de los espectadores. Algunos lloraban y el estadio que empezó en alegría terminaría en un funeral. Schürrle le daría dos golpes más a los 69' y 79'. Óscar anotaría el gol de honor que de nada sirvió.
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¡POLÉMICO! Esta decisión de Pablo Bengoechea no cayó nada bien en Matute. ¿Qué pasó? >>> https://t.co/Dy55RBMcHt pic.twitter.com/Cbx0DgGvxA
— Diario El Bocón (@elbocononline) 8 de julio de 2017