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Ha pasado una década de aquella jugada que ha marcado a miles de fanáticos de Zinedine Zidane y del fútbol. Era el 9 de julio del 2006, se jugaba la final del Mundial de Alemania 2006 en el Estadio Olímpico de Berlín ante una multitud. Francia y Italia se jugaban el trofeo más prestigioso del fútbol: la Copa del Mundo.
El partido transcurría de manera normal, el encuentro iba igualado uno a uno por bando. Ya se jugaba el tiempo extra y ambos equipos buscaban llegar a los penales como sea. Las piernas ya no respondían y la mejor manera de definir al campeón era desde los doce pasos.
Sin embargo, el hecho más recordado de aquella final entre franceses e italianos es el terrible cabezazo que le propino el volante de Francia, Zinedine Zidane al defensor Marco Materazzi, en una jugada confusa que tiempo después se aclaró.
“Hablé de su hermana pero no de su madre, como he podido leer en algunos periódicos. Mi madre falleció mientras era un adolescente, nunca me hubiera permitido insultar a la suya”, manifestó Marco Materazzi años después en un libro que publicó acerca de este tema.
“Decidí publicar un libro sobre este acontecimiento porque todo el mundo me preguntaba lo que le había dicho para que reaccionara así. Mis palabras fueron estúpidas pero no merecían esa reacción'', sostiene el exfutbolista italiano.
El partido acabó con victoria de Italia y la consagración del equipo dirigido por Marcello Lippi con su cuarta Copa del Mundo. No obstante, el suceso que protagonizó Zidane quedó en la memoria de los cientos de hinchas que pudieron apreciar la final en vivo, como yo.
Revive la jugada
