La cuenta regresiva para la reinauguración del estadio Nacional ya empezó. Antes de ese tremendo acontecimiento, EL BOCÓN conversó con el gestor del proyecto, el titular del IPD, Arturo Woodman. Qué sensación le genera reinaugurar un estadio con tanta historia? Yo vine a este estadio cuando era niño, cuando todo estaba hecho de madera. Era un asiduo concurrente de la zona Sur, luego ya pude empezar a comprar mis entradas para Oriente y Occidente, hasta que ahora ya no me cobran por entrar. Este es el estadio del país. Iba a Sur por el equipo íntimo? No, en esa época era hincha de la "U", pero nunca fui un apasionado. También disfrutaba del Sporting Tabaco que ahora es el Sporting Cristal. Yo era un aficionado del juego en sí más que de los equipos, como todo peruano. Qué es lo más importante de esta remodelación? Se ha hecho un buen estadio. Lo importante ahora es tratar de recuperar el dinero invertido con los ambientes concesionados. Dicen que la fachada del estadio tendrá cerca de un millón de variaciones de color en cuanto a la luz... No sé si tanto, lo que sí sé es que va tener juego de luces A lo mejor nos están cojudeando (risas), el que lo vende dice que cuando en la cancha mete gol el equipo azul las luces de la fachada se ponen azules. Qué opina sobre las canchas sintéticas? Soy un convencido de que la cancha sintética es algo positivo. Con ese sistema se jugó acá el Mundial Sub-17 y se mostró un fútbol de gran nivel. Pero basta que se le ponga un micro en la boca al jugador para que diga que la cancha está mala. Los deportistas denuncian el poco apoyo del IPD... Eso es un disco un poquito rayado. En cierto punto es verdad que no existe dinero en el IPD destinado al apoyo de estos jóvenes. El muchacho que quiere ser campeón tiene que esforzarse sin esperar el apoyo del Estado, los padres deben apoyar. Luego de todo este tiempo al frente del IPD, podría dar una evaluación de su gestión? Diría que, personalmente, se ha hecho todo un esfuerzo con el respaldo del IPD pero que podríamos haber hecho mucho más. Ojalá que el que venga pueda complementar eso que faltó hacer.