pasa sus días entre el ‘Lolo’ Fernández y Vidu, donde entrena al equipo femenino -que se prepara para el torneo- y a los juveniles cremas. Pese al sol abrasador que azota Lima, el ‘chato’ nos recibe de buen humor, nos da una visita guiada del viejo estadio de y rememora su ‘sombrerito’ a Marco Flores en el año 2000 como si lo hubiera marcado ayer. Además, palpita el clásico que se avecina y confiesa: “En Matute hice uno de los mejores goles de mi vida”.

¿Cómo vivías los días previos a un clásico contra Alianza Lima?

Son situaciones muy distintas, el ambiente en la calle, el deseo del hincha es distinto, porque son de esos pocos partidos. Un día me preguntaron unos chicos si yo me asustaba en los clásicos, pero son esos partidos donde más entre comillas podías fallar y no pasaba nada. ¿Por qué? Porque el hincha por más que te equivocaras, el hincha te alentaba. En ese momento dabas un pase de miércoles, y te iba a aplaudir. Cosa que no pasaba en otro partido, porque fallabas y te puteaban. En un clásico te alientan.

¿Los clásicos marcan a los jugadores?

Nosotros lo vivíamos así, y sabíamos que el clásico era marcar una historia. Hacer un gol, dar un pase gol, todo ese tipo de cosas van a quedar en la historia del hincha, sobre todo si has convertido, o si ese partido lograste un pase a la Libertadores, o campeonaste.

¿Tienes el cálculo de cómo te fue en los clásicos?

La última vez que hice una estadística de eso fue por el 2006 o 2008, estaba medio en pérdida o ahí bien pegado. En el 2000 si tuve mucha diferencia a favor, porque del 98 al 2000 generalmente ganábamos casi todos los clásicos. Del 90 al 97 no, solo ganábamos los más importantes, los que te definían a la liguilla, Copa Libertadores.

¿Algún gol que hayas anotado que más recuerdes?

Yo he tenido la oportunidad de hacer tres goles en Matute, pero el más importante, el que la gente siempre se acuerda, fue en el 2000, donde me llevo a Reyes, a Arakaki y después se la sombreo a Flores en el arco norte. Ese creo debe haber sido el mejor gol en los clásicos, para mí, por la concesión de la jugada, por la dificultad y por la acción individual.

LEE LA ENTREVISTA COMPLETA EN LA PÁGINA 10 Y 11 DE DIARIO EL BOCÓN