El golero español, capitán de su selección y del Real Madrid, decidió poner paños fríos a las polémicas que se crean en la previa de cada clásico frente al Barcelona. Recalcó también que ya han jugado tantas veces que el clásico se está quedando 'descafeinado'. "Lo poco agrada y lo mucho cansa. El año pasado vivimos cuatro Real Madrid-Barcelona en veinte días. Era novedad para todos y ahora ya no nos sorprende. Hemos jugado en la Supercopa, Liga y ahora en Copa del Rey". Dijo que ningún jugador "tiene porque obsesionarse con eliminar al equipo culé" y dejó en claro que el principal objetivo de este año es ganar la Liga. Si el Barcelona elimina al Osasuna, se vivirán 2 duelos del que muchos consideran el partido más importante del mundo, esta vez por la Copa del Rey.