:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/SKQ4MT3IWJHTVAZKJCILSLJOKQ.jpg)
Escribe Xiomara talla
Sergio Ibarra ve a su hija Vanina, que tiene en brazos a Catalina, su pequeña nieta de cinco meses. Le brillan los ojos, la carga y la llena de besos. El goleador histórico confiesa que es un abuelo chocho y engreidor, pero Vanina se lleva a Catalina, pues debe darle su biberón respectivo del día.
Su atenta esposa, Rocío, nos invita a la sala junto con el gran Checho, aunque ella lo llama Viejo. Al igual que sus compañeros en la cancha, él ya está acostumbrado a que lo llamen así, pero por dentro se siente como un joven de 20 años, con 284 goles en su haber.
A sus 40 años, Sergio Ibarra es uno de los pocos futbolista que juega en Primera División que ya es abuelo. "Siempre mi familia ha sido primordial, aun más que el fútbol", afirma el delantero hogareño.
A estas alturas, es muy difícil que el pueblo lo olvide. "Mi idea es jugar un año más, si llega una oferta que me motive, bienvenido sea. Y si no llegara ninguna, le diría adiós al fútbol y me voy a dedicar a terminar la carrera de técnico, que es lo que quiero", asegura Sergio.
Además de Los Caimanes y Cienciano, te han llegado otras ofertas?
La verdad que sí, gracias a Dios, a pesar de la edad que uno tiene, siempre llegan las propuestas y es algo lindo, porque hay gente a mi edad que ya no está jugando y uno a la edad que tiene sigue activo. Hay algunas comunicaciones, inclusive conozco a Teddy (Cardama) y sería bonito volver a Chiclayo a anotar más goles.
Entonces no te retirarás del fútbol...
Ya había pensado en el retiro, pero no puedo retirarme aún, porque el curso de técnico recién lo estoy terminando en setiembre. Entonces, la idea era estudiar y seguir jugando fútbol. Físicamente me siento bien, me cuido muchísimo y soy muy profesional. Trabajo muy fuerte y, además, me avalan mis goles. El 2013 marqué muchos tantos, he quedado entre los goleadores del campeonato con jóvenes de 21 a 25 años.
Te gustaría que algún joven rompa tu récord de máximo goleador?
Los récords son para romperlos. Así como rompí el récord de Cachito Ramírez, de hecho que va a pasar y me sentiría muy contento. Cuando estoy en un equipo, siempre me toca ser uno de los referentes y les hablo a los chicos sobre profesionalismo. Trato de aconsejarles que para ser un buen jugador se requiere sacrificio, como cuidarse mucho, alimentarse bien, evitar las malas noches y las mujeres malas. La humildad es importantísima y es una virtud que muy pocos la tienen.
Cómo fue la experiencia en el año 2010, cuando asumiste el cargo de jugador-técnico en Cienciano?
En lo emocional, fue excelente. Pero para mí, como jugador, fue preocupante, porque no cobrábamos, estábamos peleando el descenso y nos pasaron cosas que no le desearía a ningún jugador. Como técnico fue maravilloso, porque ya estaba dirigiendo un equipo, ya tenía un curso hecho y ahí fue donde me di cuenta de mi otra pasión después de hacer goles, porque yo no juego fútbol, solo hago goles. Ahí me di cuenta que la otra pasión era dirigir. Tuve un grupo de profesionales, que trabajaron juntos para salvar del descenso a Cienciano y lo logramos, pero a la vez fue complicado, porque a veces cuando se nos cerraba el arco, yo mismo tenía que hacer cambio para entrar bien al área, entrar a jugar o salir. Pero terminó bien, como una película que tuvo un final feliz, salvamos el descenso, pudimos cobrar el último partido, gracias a la taquilla con el estadio lleno ante Sullana.
Entonces, por el cariño que le tienes a Cienciano, volverías al Cusco?
Sí, seguro. Primero comencé con Sullana, que fue el equipo que me permitió debutar en el fútbol peruano, porque fue el primero en donde estuve. También ahí conocí a mi esposa. Cada equipo que tuve siempre me marcó, siempre he rescatado lo bueno que me ha pasado en cada equipo, pero Cienciano creo que fue lo máximo, por lo que ganamos una Recopa y un campeonato Clausura. Peleamos el título nacional y pudimos hacer historia dejando un equipo tan representativo por haber ganado títulos a nivel internacional, lo pudimos dejar en Primera, creo que eso no se compara con nada y, sobre todo, el cariño de la gente cusqueña. Si me llaman, sería muy feliz de volver ahí, para luego retirarme.
Alguna vez bromeaste diciendo que ibas a jugar por Perú...
Yo siempre bromeo, a pesar que es mi trabajo, pero eso sí, el trabajo en la cancha siempre lo he tomado con mucha seriedad. Creo que los jugadores que ahora están en la selección son los que tiene que estar.