Víctor Hugo Marulanda es probablemente uno de los exjugadores nacidos en Medellín con mayor visión del fútbol en todos sus aspectos. A sus 43 años ya ha sido presidente del Atlético Nacional, club al que ama como su propio hogar, y hoy es exitoso gerente de esta institución, que sobrevivió a la crisis convirtiéndose en sociedad anónima.El otrora defensor, de sonrisa difícil y verbo impecable, recordó con EL BOCÓN su título con Alianza Lima en 1997 y dio una interesante opinión sobre la posible llegada de Jorge Luis Pinto a la selección.Víctor, qué recuerdos mantienes vivos sobre tu paso por Alianza Lima?A Alianza lo llevo en mi corazón porque lo que viví allá fue único, por la forma en que se consiguió el campeonato. Dejé muchos amigos en Matute y le tengo un gran cariño a esta camiseta (muestra la blanquiazul). Siempre estoy atento a lo que le pasa y espero que este año pueda volver a salir campeón.Llegaste a Alianza gracias a Jorge Luis Pinto. Qué de especial tuvo que hacer para llevar al éxito a un equipo marcado por la indisciplina?Jorge Luis revolucionó en ese momento el fútbol peruano, porque implantó una forma de trabajo seria y convenció a los jugadores de utilizar su filosofía de juego. Nos hizo olvidar los 18 años sin campeonar y salimos a la cancha convencidos.Y cómo tuvo que hacer para lidiar con jugadores como Juan Jayo o Waldir Sáenz, poco habituados a tanta rigidez?Cuando Pinto quiso imponer sus reglas, que son innegociables, en Alianza varios jugadores sintieron la gran diferencia de lo que venía pasando y algunos referentes empezaron a tener resistencia. Pero su gran mérito fue convencerlos de formar un equipo y no solo reunir a individualidades.Se habla en Perú de su posible llegada a la selección. Crees que es lo que nuestra selección necesita?No estoy completamente enterado de la interna de la selección en Perú, su realidad en sí. Pero si Pinto tomara Perú o cualquier equipo, estoy seguro que mantendrá sus principios. Él marca bien su territorio, deja las cosas claras y no permite que ninguno quiera sentirse estrella o por encima.