Hoy vive lejos de su área, de su hábitat natural, donde se convertía en una fiera para meter el balón al arco contrario. Sergio Ibarra, el máximo goleador de los campeonatos peruanos, ahora está concentrado en su próximo paso en el fútbol: ser técnico. El Checho espera como DT ponerse el buzo de la blanquirroja, para cobrarse el único pendiente que tuvo en su carrera como futbolista.
Escribe: Renato Landívar Cano
Crees que no tuviste la despedida adecuada?
Sí, pero me hubiera puesto más triste haber tenido una, por lo que significa dejar el fútbol. Quizás también pasó porque siempre estuve jugando en varios equipos y no como otros, que sí estuvieron identificados con una camiseta.
Fue un error jugar tu último año en Segunda?
Sí, mi esposa y amigos me dijeron que no lo haga, pero tenía ganas de estar en el fútbol. Lamentablemente, en José Gálvez dejaron de pagar y lo dejé. Después pasé a San Simón, donde la pasé mal. Creo que los clubes de Copa Perú no deben ascender a Primera, porque tienen una forma de trabajar muy amateur.
Qué viene para ti?
Estoy en busca de mi comando técnico, me gradué como entrenador y quiero seguir ligado al fútbol de esa forma. Pero, es complicado conseguir a las personas que van a apoyarme, porque muchas veces los asistentes o preparadores físicos terminan quedándose con los equipos. En todos lados he visto eso, así que tengo que estar atento, rodeándome de profesionales y gente de confianza.
Una labor que anteriormente desarrollaste...
Sí, con Cienciano fue una época jodida por el momento que vivíamos, pero conseguimos los objetivos. Cumplí con dejar al equipo en Primera para la alegría de ese pueblo bárbaro que es el Cusco.
La gente te adora, te hicieron un gran homenaje cuando los enfrentaste la última vez...
Sí, siempre me dan de todo. Me han regalado lechones enteros; una vez me dieron como diez cuyes. Pero, la última vez fue una sensación única. Creo que además de lo conseguido con Cienciano, es porque todos los días pongo en práctica lo que me enseñaron mis viejos: siempre ser humilde.
Qué es el gol?
Para mí, lo es todo. Es una sensación única, eso me ha dado todo lo que tengo.
Con qué parte te faltó hacer gol?
Creo que con la verga. Mejor contemos, hice gol con izquierda, derecha, tobillos, tibia, peroné, empeine. Espalda? No, con la espalda no. Entonces, me faltó la espalda y la verga. Es que la verga la cuido para hacerle goles a mi mujer. Ja, ja, ja...
Jugaste por mucho equipos, hiciste goles de todo tipo. Qué te faltó?
Jugar con la blanquirroja, al Perú siempre le estaré agradecido. Yo me nacionalicé, pero en ese momento otros también la rompían. Estaba Maestri y años después aparecieron Pizarro y otros. Creo que ellos impidieron que el técnico me llame, por eso no pude.
Como técnico puedes tener tu revancha?
Voy a matar para conseguirla. Trabajaré parejo y seguiré capacitándome para llegar. Porque, a pesar de ser una meta que por el momento esté lejos, tengo la seguridad que la lograré.
Con tu experiencia en el fútbol, cómo hacer para que el grupo no se ponga en contra?
La disciplina. Papá, la disciplina no se negocia jamás. En mi equipo, así seas Vargas, Pizarro, Zlatan Ibrahimovic o el mejor del mundo, si no se alínean no van a jugar. Porque a la primera cortaré de raíz todo.
Y mientras te preparas como técnico, qué haces?
Estoy con la familia, llevo a mis hijos al colegio, a mi hija mayor al instituto, los recojo, ayudo a cuidar a la nieta, que es mi adoración. Es bastante cansado, una ardua labor, pero a la vez satisfactoria. Claro, además, estar con mi esposa.
Suena más duro que entrenar...
Definitivamente, es un trajín enorme, estar preocupado por los chicos, ir a recogerlos. Venir, cuidar a Cata (su nieta), que como puedes verla es hermosa, pero todo el tiempo está en movimiento. Me vuelve loco.
Si a Palermo le regalaron el arco de Boca cuando se retiró, a ti qué arco deberían darte?
Mmmm... Creo que casi todos del fútbol peruano, sobrado haría cinco canchas de fútbol con todos los que me darían.