En las historias de los Perú-Brasil o Brasil-Perú hay algunos protagonistas de la selección peruana que se llevaron las palmas, porque ellos le ganaron al ‘Scratch’ e incluso tuvieron la osadía de anotarle goles ya sea en un Mundial, en una Copa América, por Eliminatorias o simplemente en un amistoso.
Uno de ellos fue el ‘Nene’ Teófilo Cubillas, quien le hizo dos goles a la 'Canarinha'. Uno en el Mundial de México 70 y otro, en su propia casa, de tiro libre, por la Copa América de 1975. El goleador peruano en las Copas del Mundo recuerda así estos inolvidables capítulos de nuestro balompié.
“Fueron goles importantes, pero no los hubiese logrado si no fuese por el apoyo de mis compañeros. Perú tenía un equipazo y en México 70 fue la única selección que logró hacerle dos goles al ‘Scratch’, que al final fue campeón del mundo. En aquella ocasión, nos enfrentamos en cuartos de final. Nosotros habíamos quedado segundos en el grupo D detrás de Alemania Federal y por encima de Bulgaria y Marruecos, mientras que Brasil acabó primero en la serie C desplazando a Inglaterra, Rumania y Checoslovaquia. Jugamos en el estadio Jalisco de Guadalajara ante casi 60 mil espectadores. Íbamos perdiendo 3-1 y yo anoté el segundo de nuestra selección, tras una combinación con mi compadre Hugo Sotil. Fue una satisfacción muy grande hacerle goles a ese gran equipo que tenía grandes estrellas como Pelé, Jairzinho, Rivelinho, Gerson, Tostao y Carlos Alberto, entre otros. Además, ese partido fue considerado como uno de los mejores de la historia de los Mundiales por la calidad del juego que exhibimos ese día ambas selecciones”, recordó el ‘Nene’.
Pero ahí no quedaba todo, porque Cubillas también le hizo un golazo a los auriverdes un 30 de setiembre de 1975 en el estadio Mineirao de Belo Horizonte. El ‘Nene’ se puso por un instante la camiseta de Brasil, donde muchos lo bautizaron como el nuevo Pelé, y como si hubiese nacido en el país de la samba, le hizo un golazo de hoja seca (folha seca) al portero del ‘Scratch’, Raúl. El balón se coló en el ángulo superior del arco brasileño, en el rincón de las ánimas, como narraría el finado Humberto Martínez Morosini. “Fue una delicia de gol. Fui un buen alumno de las enseñanzas de Didi, él me enseñó la hoja seca (folha seca), pero esa vez la hice al revés. Cuando vi parada a la barrera y al portero Raúl, observé que la única facilidad era cambiarla y le pegué con la parte interna del pie derecho y lo único que hice fue celebrar. Fue una noche espectacular que la celebró todo el Perú”, sentenció Cubillas.