La actualidad que vive el volante de la selección peruana es fenomenal. Desde que llegó a Brasil, Christian Cueva ya lleva anotados cinco tantos y poco a poco, se viene convirtiendo en una pieza fundamental en el esquema del Sao Paulo.
Desde sus inicios, 'Aladino' siempre fue un jugador muy atrevido y con buen trato con el balón. Su habilidad y desenvolvimiento dentro del campo de juego lo hicieron partir de su ciudad a Lima a muy temprana edad. Christian Cueva partió de Huamachuco a la capital.
Su habilidad con el balón, desde muy temprana edad, dejó boquiabierto al entrenador de la categoría de menores de la Universidad San Martín, Victor Rivera. En Huamachuco - su ciudad natal- su padre le pidió una oportunidad al estratega de dicho equipo para que su hijo demuestre sus habilidades en una practica que se daba en su localidad. Tan solo basto una sesión, para que Christian Cueva encante al estratega, que no dudo en llevarlo a Lima para que continué una carrera profesional en el club santo.
Ya en Lima y con 16 años, hace su debut en el fútbol profesional con el equipo de Santa Anita. Su destreza y agilidad dejaban notar el gran futuro que se le vendría por encima pues, su juego resaltaba por sobre encima de los demás. Si bien su característica no es hacer goles, de cara al arco, a Christian Cueva siempre supo como definir.
Luego de un algunos años en la Universidad San Martín y sin mucha pantalla tuvo un paso -inadvertido- por la Universidad César Vallejo. En el cuadro trujillano, jugó apenas cinco encuentros para posteriormente, ser vendido a la Unión Española de Chile. La expectativa que causó su llegada fue enorme. Seis meses le valieron para salir campeón en el país vecino y con esto, poder emigrar a Europa.
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