Cumplió con la fecha de suspensión ante Bolivia y ahora, se perfila para ser el dueño del ataque ante Ecuador en Quito. Paolo Guerrero volvió a los entrenamientos con una nueva sensación, pues además de volver al once titular para el encuentro del próximo martes ante el ‘Tricolor’, el ‘Depredador’ es consciente de que la selección peruana está cada vez más cerca del objetivo, pues se encuentra a un solo lugar del repechaje y el duelo ante los ecuatorianos es de vida o muerte.
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Los jugadores que fueron titulares ante la selección boliviana se quedaron en la concentración haciendo gimnasio y trabajos regenerativos. Mientras que Guerrero apareció con todo el grupo que no jugó ante Bolivia, y lo hizo impartiendo la calidad a la cual nos tiene acostumbrados, convirtiéndose en una máquina de goles en la práctica.
Tal y como lo estableció el entrenador de la selección peruana, Ricardo Gareca, el grupo fue dividido para disputar un partido de práctica con la Sub 18.
En el primer equipo, el ‘Tigre’ formó a Carvallo en el arco, Corzo, Santamaría, Abram y Loyola en la defensa, Cartagena, Tapia y Peña en la contención, Polo y Manzaneda como extremos y Guerrero como única punta. Butrón, Cuba y Bulos, formaron parte del equipo de la sub 18. En el segundo tiempo, Gareca colocó a Butrón en el arco, sacó a Corzo y a Loyola de la defensa para ponerlos como extremos y quedarse solo con tres al fondo, entrando Cuba como lateral derecho. Cartagena y Tapia continuaron en la contención, Peña subió como ‘10’ y Guerrero quedó con Bulos en la punta.
Goles corren por su sangre
Fue el ‘Depredador’ quien demostró ser la carta gol de la escuadra nacional, encontrándose fino con la precisión anotando dos goles, uno en cada tiempo del amistoso.
Finalizado el duelo de práctica, Néstor Bonillo, preparador físico de la selección peruana, partió nuevamente al grupo en dos. Por un lado trabajaba con la defensa y por el otro, unió la volante y el ataque practicando centros. Polo a un extremo y Manzaneda en el otro, reforzando el control del balón y la precisión de Bulos y Guerrero. Cabezazos, remates al ángulo del arco pensados estratégicamente, dejaron a los arqueros, tanto Carvallo como Butrón, frustrándose de los aciertos del ‘Depredador’, que finalizó el entrenamiento practicando penales y anotando.
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