Tiene los ojos cerrados y apiñados. Abraza a sus compañeros con la fuerza de un oso, el corazón le late a mil, las piernas se les mueven por lo hermoso del momento y grita a todo furor las sagradas palabras. Así es como canta el himno del Perú Renato Tapia, aquel pilar en la volante de la selección peruana, quien por su carácter y disciplina se ha ganado solito el sobrenombre de ‘Capitán del futuro’. Canta el himno de esa manera no solo porque le nace, sino porque vio la luz un glorioso 28 de julio.
Escribe Renzo Dulanto Z.
(Twitter: @renzodul)
Renato Tapia vivió de niño en el distrito de San Luis, prácticamente al costado de la Videna. Su cercanía con el deporte fue directa y desde chico supo que iba a ser deportista. Fue perseverante y entrenaba a diario cuando no definía todavía enrolarse a un club del extranjero. En el colegio San Agustín la rompió. Fue el capitán de su categoría y campeón de Adecore (Asociación de Escuelas Religiosas), además de ser un alumno correcto y destacado.
A la par que era el mejor de su colegio, Renato Tapia se formaba en Sporting Cristal. Desde los 9 hasta los 12 años formó parte del club rimense, pero cuando llegó a la edad de la etapa competitiva, decidió pasar a Esther Grande de Bentín. A los 14 años fue el mejor de toda su categoría. Tenía regate, técnica y gol. No había contrincante para él. Salió campeón con la 95 en la Copa Federación del 2009, siendo elegido el mejor jugador del año.
Su debut con la selección peruana en el pecho fue en el Sudamericano Sub-17 del 2011, junto con Horacio Benincasa, Wilder Cartagena, Junior Ponce y Edison Flores, dirigido por Juan José Oré. No fue bueno el torneo para los nuevos ‘Jotitas’.
Ya en el 2012 apareció el Twente de Holanda, club con el que firmó por cuatro temporadas tras diez meses de pruebas. Meses antes, integró la recordada selección peruana Sub-20 de Daniel Ahmed, que se quedó a un punto de ir al Mundial de Turquía. En ese equipo, hacía dupla defensiva con Max Barrios y compartió camerín con Yordy Reyna, Miguel Araujo, Cristian Benavente, Alexi Gómez, Edison Flores y Andy Polo.
Ya de vuelta al ‘Viejo Continente’, el 20 de setiembre de ese año Renato Tapia debutó en el Jong Twente frente al De Graafschap por la Segunda División de Holanda, y en la temporada 2014-2015 hizo lo propio en Primera. Fue el 9 de agosto del 2014, con 19 años.
Ya en el 2015, Ricardo Gareca apostó por él y lo llamó en su primera convocatoria. Así, Renato Tapia debutó en la selección mayor el 31 de marzo de ese año, en la derrota ante Venezuela en Florida. Las convocatorias continuaron y le llegó la oportunidad de debutar en un partido oficial. Ingresó en el segundo tiempo por Carlos Lobatón en la derrota por 3-4 ante Chile, por la segunda fecha de las Eliminatorias. Las cosas no estaban bonitas para la bicolor, aunque el ‘Cabezón’ se seguía forjando como futbolista y lo seguían convocando. A mediados del 2015, el Feyenoord, campeón holandés, puso sus ojos en el peruano y lo compró al Twente, con una cifra de 2.5 millones de euros.
En el 2016 fue parte de la selección peruana que participó en la Copa América Centenario. Jugó los dos primeros partidos y retornó para el choque de cuartos de final frente a Colombia. Tapia hizo su tarea al anotar su penal, pero no pudo celebrar porque Perú se quedó en esa fase.
Pero mejores cosas vendrían para Renato Tapia, pues en el partido siguiente de la selección, el 6 de setiembre del 2016, marcó su primer gol con la Blanquirroja. Fue en la victoria por 2-1 sobre Ecuador, en un trascendental encuentro por Eliminatorias. Desde allí, Renato no dejó más su posición y estuvo presente en todos los partidos. Representó a nuestro país ante Nueva Zelanda y nos dio la ansiada clasificación al Mundial de Rusia 2018.