Ricardo Gareca, técnico de la selección peruana, estuvo a punto de abrir un negocio de recreación sexual, junto a sus entrañables amigos Oscar Ruggieri y Julio César Falcioni, según confesó este último, entrenador de Banfield, que estuvo en el programa Tocala de TyC Sports para hablar de su carrera y donde contó esta divertida anécdota de su época como futbolista.
Entre 1985 y 1987, Ricardo Gareca y Julio César Falcioni compartieron como atacante y arquero uno de los momentos más exitosos del América de Cali. Los Diablos Rojos alcanzaron tres finales consecutivas de la Copa Libertadores en ese tiempo, aunque sin poder ganar ninguna de ellas. Siendo Julio César Falcioni y Ricardo Gareca figuras destacadas de ese plantel.
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Con Oscar Ruggeri, la amistad con Ricardo Gareca, ahora técnico de la selección peruana, viene de larga data, ya que ambos salieron de las canteras de Boca Juniors,llegaron a ser estelares en el cuadro xeneize y pasaron juntos a su archirrival River Plate en la década de los 80, donde también alcanzaron a destacar en los 'Millonarios.
“GA-RU-FA iba a ser una empresa donde los involucrados iban a ser el señor Ricardo Gareca, el señor Ricardo Ruggieri y el señor Falcioni: ¡GA-RU-FA!. Ibamos a abrir una escuelita...una escuelita de sexo, un telo”, dijo Julio César Falcioni, sobre la aventura con el técnico de la selección peruana.
“Ponele una albergue transitorio VIP, un hotel alojamiento. Ibamos a hacer una construcción, asi que fuimos a preguntar como era todo el interior...la idea de todo esto fue de los tres, porque estábamos armando sociedades, nos perdimos también algunas oportunidades porque nos ofrecieron acciones de los Bingos, pero no sabíamos lo que era, el tema estaba empezando en Buenos Aires. Y bueno, teníamos que comprar un estacionamiento, tirarlo todo abajo, construir las habitaciones, era complicado, costoso y queríamos hacer algo diferente,bien diferenbte, algo VIP”, explicó el amigo de Ricardo Gareca, hoy técnico de la selección peruana
“Entonces empezamos a hacer todo con un arquitecto´. Empezamos a poner una pileta a la habitación, había un precio; quería poner 5 ascensores, otro precio; fue entonces que empezamos a desconfiar y no hicimos nada, la plata era mucha”, explicó Julio César Falcioni.
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