Alexander Lecaros ha participado en 8 partidos del Brasileirao 2020. (Foto: Botafogo)
Alexander Lecaros ha participado en 8 partidos del Brasileirao 2020. (Foto: Botafogo)

El destino futbolístico no ha sido favorable para , el cusqueño de 21 años, quien llegó a Río de Janeiro, el pasado 23 de diciembre del 2019, en búsqueda del desafió con Botafogo. Y es que, cuando aceleraba su adaptación, surgieron problemas de idioma, salud, tardanzas, y el reciente descenso con el equipo de Garrincha. Sin embargo, no ha pensado en tirar la toalla. Mientras encuentra consuelo en su familia, el futbolista reflexiona sobre su realidad en el Fogão, su futuro y la posibilidad de volver al fútbol peruano, incluso cuenta sobre la ocasión en la que conoció a , figura de la .

¿Qué sensación dejó el descenso con Botafogo?

Mucha tristeza, todavía no me repongo. Es una situación que nunca me imaginé, no pasó por mi cabeza. Mi familia, que está conmigo en Río de Janeiro, está apoyándome.

¿Ya definiste tu futuro?

Tengo contrato hasta fin de año. Todavía no he pensado en eso, pues restan cuatro fechas para que acabe el torneo, pero desearía continuar y retribuir el apoyo que me han dado. Volver al fútbol peruano será mi última opción.

¿A qué se debió está situación?

Por más que intentamos, no pudimos encontrar una idea futbolística a través del juego. Yo, en lo personal, no pude acelerar mi proceso de adaptación. Fue difícil lidiar con el estrés de luchar en la posición que estábamos. Pero al final, una jugada fortuita que acabó en penal, nos perjudicó.

¿Te pasó factura la tardanza al entrenamiento con Botafogo?

Sí, la responsabilidad siempre será primero. Fue bien merecido el castigo, llegué tarde y no lo voy a negar, pero siempre he sido responsable. Aprenderé de los errores, ya no sucederá. Me chocó mucho, pues había salido en lista para el partido con Palmeiras, era mi oportunidad para jugar. Solo que dar asumir y regresar con mayor fuerza.

Lecaros llegó al cuadro carioca en enero de 2019 procedente de Real Garcilaso, ahora Cusco FC. (Foto: Difusión)
Lecaros llegó al cuadro carioca en enero de 2019 procedente de Real Garcilaso, ahora Cusco FC. (Foto: Difusión)

¿Te ayudará madurar y ser más responsable?

La vida siempre te pone obstáculos y es uno que tiene que superarlos. Yo soy una de las personas que es muy fuerte, mi pensamiento es distinto, ahora estoy motivo por volver a jugar.

Pese a todo, ¿no pasó por tu cabeza tirar la toalla y volver al Perú?

Muchas personas se han sorprendido, pues decidí actuar con madurez y seguir adaptándome en búsqueda de mi consolidación en Botafogo. No es fácil, hay obstáculos, estoy en el extranjero, no sabía el idioma, pero mi mayor aliado siempre fue la paciencia.

¿El covid-19 también te golpeó?

Lamentablemente me dio cuando estaba en mi mejor momento. Me chocó, pues era mi momento de ser titular. Estaba en casa con bronca, no me sentía cómodo, todo era online, pero comencé de nuevo. Acá me ha pasado cosas que nunca había tenido, pero pude superarme.

¿Aumentaste la masa muscular?

Llegué a Río de Janeiro con 59 kilos, ahora estoy con 67. Fue muy rápido mi crecimiento corporal, lo hice en dos meses. Acá en el club están pendientes de mis comidas, vitaminas, ahora sigo preparándome.

¿Perdiste movilidad tras aumentar peso muscular?

Pensé que podría pasar, que me iba a chocar, pero no perdí la velocidad. Más bien me ayudó a potenciar más mi juego, a salir más decidido, rápido.

Alexander Lecaros debutó en Primera División en marzo del 2016 ante Juan Aurich, vistiendo la camiseta de Real Garcilaso. (USI)
Alexander Lecaros debutó en Primera División en marzo del 2016 ante Juan Aurich, vistiendo la camiseta de Real Garcilaso. (USI)

¿Conversaste con Paolo Guerrero?

Sí, cuando nos tocó con Botafogo jugar con Gremio de visita, entrenamos en la sede de Internacional. Ahí, mis compañeros, me dijeron que estaba Paolo Guerrero en el gimnasio. Fui y lo saludé, pero no tenía referencias de mí. Bueno, me presenté, fue un placer para mi conversar 20 o 30 segundos con una persona grande en el fútbol.

Gozando de regularidad en Brasil, ¿la selección es un objetivo cercano?

Siempre fue y será un sueño. Nunca me sacaré de la mente estar en mi selección. Cumplí el sueño de emigrar, pero ahora tengo que fortalecerlo más.

Aparte de Honda, ¿a qué otro compañero pides consejos?

Honda se comunicaba mucho conmigo en español, me tenía aprecio grande, yo le preguntaba por el fútbol europeo, los estadios donde jugó, pero ahora, aprendo de Salomón Kalou, quien jugó con Claudio Pizarro en Chelsea. Le pregunto cómo ganó la Champions, uno siempre aprende al escucharlo, y se imagina ser como ellos.

¿Fortaleciste la relación amical con Fernando Pacheco?

Hay veces nos juntamos para comer algo, ahora ya no por la pandemia, pero somos amigos. Siempre nos preocupamos uno del otro. Es importante el apoyo entre compatriotas. Lamentablemente no hemos coincidido a la hora de enfrentarnos en un campo de juego, ya habrá momento.

¿Y ya hablas el portugués?

Ahora sí, algunas palabras, antes no las entendía, eran muy extrañas. Ahora, ya no tengo problemas, hablo un poco. Además, el tiempo que estuve parado por la enfermedad, estudié, leí.

¿Botafogo la tiene complicada en el campeonato?

Vamos a pelear hasta el último para salvar a Botafogo. Es muy difícil lidiar con eso, estresa, mucha presión, pero se quedará. El equipo tiene todo para quedarse en la profesional.

¿Fue difícil llegar a Brasil solo?

Hay veces vivía solo con mi perrito, no sentía bulla en la sala, pero llegada de mis padres me ha fortalecido para pensar en ser siempre grande. Antes de llegar a Brasil sabía como sería mi situación, gracias a Dios me fue bien. Nunca pensé pasar por la pandemia, pero me ayudó en la adaptación, a madurar un poco más. Ahora más adaptado, hay cosas que sigo aprendiendo acá.

¿Te ganaste el aprecio de la ‘torcida’?

Mi adaptación fue un poco larga, yo siempre demostré cariño por el club, dije que iba a dar todo en cada partido. Ven por esa forma por el club. El cariño que me tienen. Siempre mis ganas están, soy una persona que lucha. Siempre se verá eso en el campo.