Escribe: Rogger Fernández Nicho
Inmadurez es la palabra para la describir lo ocurrido anoche en el Estadio de San Marcos. En un partido que lo teníamos en el bolsillo, con dos goles de ventaja a nuestro favor y con el balón en posesión, Perú dejó escapar el triunfo al igualar 2-2 con Honduras y está al borde de la eliminación de los Juegos Panamericanos Lima 2019.
Inmadurez es la palabra precisa porque no supimos jugar con el resultado a favor. Y no por un mérito del equipo rival, que nunca renunció al ataque incluso cuando fue superado por la bicolor, sino por errores nuestros en los dos goles contrarios que nos costaron el partido y nos ponen en una situación crítica en el certamen que organizamos.
A nivel competitivo internacional, donde la selecciones llevan sus mejores planteles y donde hay futbolistas profesionales que superan los 20 años, no podemos darnos el lujo de hacer lo que hicimos anoche. Repito, inmadurez es la palabra porque nos hizo falta ese atrevimiento para sostener el marcador.
De mal en peor
La amargura es evidente y la desazón todavía está latente en los paladares. Empezamos bien el partido, tomando el protagonismo con el balón al piso y tratando de asociarnos por el medio con Yamir Oliva, Luis Acuy y Kevin Quevedo. El desborde del extremo blanquiazul era la clave para romper la defensa hondureña, que hasta ese momento tropezaba con la humanidad de Mauricio Montes.
Y el gol llegó a los 14’, cuando Montes pelea un balón que le queda a Oliva. El volante pensó rápido y asistió en primera a Quevedo, quien ‘cacheteó’ el esférico y batió al portero centroamericano. Golazo que invitaba a soñar con el triunfo.
La cosa se puso más interesante en el complemento, cuando Jordan Guivin siguió los consejos de Nolberto Solano a la hora de patear tiros libres y ‘clavó’ su disparo en un ángulo imposible para el arquero. Era el 0-2 que nos ponía a puertas de los tres puntos.
Pero el rival reaccionó. Nos hizo daño en ambos tiempos y Carlos Cáceda tuvo que intervenir para evitar los goles. La ‘Pantera’ asomó como figura, sacó dos ocasiones claras y reafirmó que es uno de los mejores de esta selección.
La ventaja y el tiempo jugaban a favor de la bicolor, pero la facilidad para desatenderse en defensa pasó factura y les permitió al rival levantarse cuando ya agonizaba.
A los 93’, Darixon Vuelto ejecutó un tiro libre rasante por debajo de la barrera y descontó para Honduras; mientras que en el último segundo Denilson Maldonado aprovechó la pasividad defensiva y batió a Cáceda, que nada pudo hacer para resolver los problemas atrás.
El árbitro pitó el final y decretó el empate más amargo que le tocó vivir a este equipo. Si bien es cierto hubo una mejora en cuanto a producción, los errores defensivos inclinan la balanza a su favor. Es cierto, todavía hay una oportunidad y habrá que rezar para que podamos alcanzar la clasificación. Soñar no cuesta nada.
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