Roberto Palacios, exfutbolista de la selección peruana, analizó la previa del Perú-Ecuador. El ‘Chorri’ destacó las convocatorias de Kevin Quevedo y Gabriel Costa, y espera que Raúl Ruidíaz pueda despegar ante la ausencia de Paolo Guerrero.
¿Cómo llega Perú ante Ecuador después de la Copa América?Nos está acompañando la suerte. En la Copa América estuvimos a punto de estar eliminados, luego conseguimos pasar de fase y ganar partidos durísimos, como ante Uruguay. Jugamos la final, que para todos fue importante, un momento lindo. Perú llega bien, pero tampoco podemos confiarnos, porque el nivel que se mostró en la Copa América tampoco da para eso. El DT está probando gente nueva y demora un tiempo para que se adapten.
Gareca ha colocado a Quevedo como titular en reemplazo de Carrillo...Él es un muchacho joven todavía, no podemos dar mucha responsabilidad. Si el DT lo está poniendo es porque quiere que vaya agarrando esa experiencia internacional, pero no cargar ese peso que ya lo tienen jugadores con un amplio recorrido. Es bastante bueno, hay que llevarlo con calma porque el torneo local no es igual a una competencia internacional. Que la prensa lo lleve con calma, hablar lo justo, no más. Que vaya creciendo.
Cueva no juega un partido oficial después de la Copa América, ¿está para arrancar ante los norteños?No creo que lo vaya a poner desde el arranque por la falta de continuidad. Imagino que lo pondrá en el segundo tiempo. Lo que yo veo acá es que el DT está tratando de ayudarlo a que consiga su nivel. Él mismo lo dijo: “Es difícil convocar a un jugador que no tiene continuidad”. Yo lo veo por un lado humano. Quiere hacerlo jugar para que un equipo se interese en él, y nosotros como peruanos debemos respaldar esto.
Sin Guerrero en la selección, ¿es la oportunidad que Ruidíaz estaba esperando?Ruidíaz ya ha tenido la posibilidad de jugar. Se le han dado oportunidades. Solo necesitamos que él despegue con la selección, así como lo hace en su equipo. Ya no es un chico, un jugador no necesita todo un partido para mostrarse. Son suficientes 10 minutos para mostrarle al DT ese deseo de estar siempre y estar listo para jugar.
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