

Hay que enseñarle al corazón lo traicionero que puede ser el fútbol, lo impredecible que son los goles en contra en el último minuto y que otro 15 de noviembre nos volvió a poner a prueba como hinchas. Si hace dos años llenamos las calles de gozo y felicidad por la clasificación al Mundial de Rusia, y en su aniversario del 2017 ya Ecuador nos había pegado una bofetada en Lima (derrota 0-2), ayer que nos sentimos estar cerca de la victoria nos fuimos a casa arrastrando la pena, abrazando el recuerdo de una alegría que parece esfurmarse en fotos y en notificaciones de Facebook.
Recoja su tristeza del suelo, hincha peruano, no caiga más en el resultadismo que nos alejó 36 años de la Copa del Mundo. Levante el cartel y píntelo otra vez de color esperanza con esa frase que nos tiene que acompañar siempre desde marzo del próximo año: “Contigo Perú en las buenas, y en las malas muchos más”.
Destino final
Había que entender que Colombia no era ningún ‘cuco’, y que este amistoso en Miami era la despedida al proceso de pruebas, a la era pre Eliminatorias en la que los puntos no estaban en juego y solo importaba cimentar al equipo. Por eso -creo yo- Ricardo Gareca rompió su propio molde y ensayó un sistema táctico 4-4-2 con Corzo volviendo a ser titular, con Advíncula probando ser extremo y con dos puntas jugando por primera vez juntos: Ruidíaz y Guerrero. El ‘Enano’ de distractor, recogiéndose para asociarse en el juego, y el ‘Depredador’ metido entre los centrales colombianos Mina y Sánchez buscando el espacio para el gol.
Sin embargo, fue Colombia quien tocó primero la puerta. A los 4’, Muriel recibió de Cuadrado y disparó con potencia. El dúo Tapia-Aquino en el mediocampo fue un relojito que confundió a los cafeteros. Por eso, cuando Pedro se escapó por el medio a los 25’ habilitando a Paolo, los colombianos tropezaron entre ellos y Guerrero quedó mano a mano. Pero Ospina leyó su amague y atajó con rapidez.
Los de Queiroz jugaban adelantando su línea defensiva, y Perú entendió que un pase largo a Guerrero podría lastimarlos. Y así fue a los 33’ con un disparo elevado. Diez minutos más tarde, el mismo Paolo nos recordó el tiro libre de la última fecha de las Eliminatorias pero esta vez Ospina la mandó al córner.
Gareca siguió probando en la complementaria. Sacó a Tapi y Aquino, y mandó al campo a Zambrano y Benavente. El ‘León’ fue a la zaga. Santamaría se movió al medio junto a Flores, quien le dejó su sitio al ‘Chaval’. La fórmula casi funciona. A los 53’, Ruidíaz sacó un centro y ‘Bena’ llegó a conectar con la derecha un disparo que pegó en la travesaño.
Tuvimos el gol cerca. Primero con Paolo pateando fuerte (80’) y luego, con Polo pateando débil en una jugada preparada. A los 90+3’, Morelos conectó un centro que dio en la mano de un compañero suyo, Gallese no pudo despejar en la línea, y entonces, se nos cayó de golpe la noche encima.