Buenos Aires será la ciudad de la furia para Perú. El decisivo partido contra la selección Argentina en La Bombonera, el próximo 5 de octubre, se jugará dentro y fuera de la cancha, y la selección peruana tendrá una serie de dificultades.
De entrada, solo cinco agentes y una unidad policial custodiarán el traslado de la selección peruana desde el aeropuerto de Ezeiza hacia su hotel de concentración, pero no le concederán resguardo de calle, lo cual generará un problema y tendrán que poner vallas en el hotel que corresponda.
El temor es que la hinchada bicolor vaya al hospedaje a mostrar su aliento con cánticos, genere desorden y no deje descansar a los jugadores de la selección peruana.
Por tal razón, la FPF evaluará que viaje un par de efectivos de seguridad (a parte de la dupla habitual) para que brinden su apoyo a la selección peruana.
Tomando en cuenta los más de 300 mil compatriotas residentes en Argentina, el entusiasmo y efusividad, se estima que acudirán por centenares para recibir a la selección peruana y acompañarla en su lugar de concentración. La selección peruana viajará el 4 de octubre en vuelo chárter, en la previa al partido por las Eliminatorias al Mundial Rusia 2018.
Los hoteles que visitó el preparador físico de la selección peruana, Néstor Bonillo, fue el Westin, Sheraton y Madero, de Puerto Madero. Este último es donde concentra Boca Juniors, es más pequeño y al tener solo dos accesos, al cerrarse la calle, no ingresa nadie, por lo que sería el elegido.
Asimismo, el profesor Bonillo ha estado revisando canchas, en caso de que el profesor Ricardo Gareca requiera un entrenamiento en la previa del partido o la mañana posterior, antes de embargar de retorno a Lima. Las que observó fueron la Villa Olímpica de Vélez Sarsfield en Ituzaingó y la de Boca Juniors en Ezeiza.
En cuanto al ingreso a La Bombonera, se conoce que es más complicado que la entrada al estadio Monumental de Ate, debido a que solo tiene dos salidas: la entrada y una a la calle que está al costado.