De pie, selección peruana. Lloren pero de pie, como los héroes que son. Fueron ustedes quienes nos devolvieron la ilusión cuando todo parecía perdido. Fueron ustedes quienes nos enseñaron a levantar la cabeza en cada tropiezo, en cada error. Fueron ustedes quienes nos enseñaron a luchar hasta el final, a soñar. Fueron ustedes quienes unieron al país una vez más.
ESCRIBE: Rogger Fernández
Lloren de pie, porque es de valientes hacer lo que ustedes hicieron. Llegaron con perfil bajo a la Copa América 2019, sin los reflectores de las cámaras acosándolos; pero se ganaron el respeto de todo el mundo con esa humildad que otros envidian, ese coraje para rebelarse a la adversidad y ese fútbol de toque rasante que nos regresó a un mundial y nos metió a la final de un torneo continental.
Con unión, con esfuerzo, con amor por la bicolor, llegamos con poco y nos vamos con mucho. Porque así eres, mi Perú. Lo dejaste todo en el campo del Maracaná y complicaste a Brasil en su propia casa. Lo hiciste porque estabas convencido de tu grandeza y porque tenías detrás a un Ricardo Gareca histórico. Pero, ¿te confieso algo? Queríamos ser campeones.
Ilusión latente
Perú, cambiaste esa imagen que teníamos ante los ojos del mundo. Ya no somos esa selección a la que miraban por encima del hombro. Hoy nos ven con respeto, reconocen nuestro fútbol y destacan nuestras virtudes. Lo sabe Brasil, que ayer tuvo que dar el máximo para ganarnos y conseguir su novena estrella. Ellos no se guardaron nada y nosotros tampoco lo hicimos.Pero así es el fútbol y tú lo sabes, Perú. Cualquier error en una final marca diferencias y el rival no perdonó. Gabriel Jesus pintó a Trauco por la izquierda y luego Everton nos golpeó tras recibir el centro de su compañero. Fue un gol doloroso e inesperado, pero eso no derrumbó nuestra fe.
Creímos en el empate y así sucedió. Contagiados por ese coraje que demostramos siempre, logramos un penal gracias a Cueva. Paolo Guerrero, el capitán eterno, lució sereno, consciente de lo que podía pasar. No miró a Alisson, pero tuvo en mente el destino de su remate. Eligió un lado y el arquero se tiró al otro. Golazo que nos invitó a soñar aún más.
Pero tú sabes, Perú, que la suerte en el fútbol también juega un rol. Y así sucedió. Yotún perdió un balón en salida, la recuperó Arthur, aprovechó los tropiezos de Tapia y Yotún, y cedió a Gabriel Jesus. El ‘9’ definió por abajo frente a Gallese antes de finalizar el primer tiempo.
Todo lo que vino después fue complicado y lo sabes, Perú. Pero jamás renunciaste a tu ambición, a conseguir ese trofeo soñado por todos. Lo intentaste con Carrillo por afuera, con Cueva y Flores combinando y buscando a Guerrero. Tuviste más espacios en el campo tras la expulsión de Gabriel Jesus, pero nos faltó ese último disparo con destino de gol.
Y Brasil aprovechó la última que tuvo. Se escapó Everton, quien fue derribado por Zambrano en el área, y el árbitro marcó el penal. Richarlison, con tranquilidad, venció a Gallese y puso el 3-1 final.
Fue el golpe que acabó con nuestra opción de ganar el título; pero no con la ilusión que tenemos. Porque eso está latente en el corazón para siempre. Ustedes nos devolvieron la alegría y la esperanza. Hoy nos sentimos ganadores y es gracias a ti, Perú. De pie te aplaudimos, porque eres nuestro campeón.
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