Una investigación realizada por la revista Poder dejó al descubierto las millonarios transferencias bancarias de la Federación Peruana de Fútbol hacia la empresa constructora Torre Roja, de propiedad de Enrique Pacheco Farromeque, mano derecha y socio de Manuel Burga.El artículo da cuenta que, en 2003, Burga nombró a Pacheco Farromeque como director del Instituto para entrenadores Huapaya. Pero como el popular 'Kiko' era bachiller y no podía dirigir una institución educativa, Burga presentó a su propio padre ante el Ministerio de Educación, pues tienen un nombre similar:Enrique Alejandro Pacheco Velarde. Así, 'Kiko' asumió las funciones que realmente le corresponden a su papá.Pacheco Farromeque inscribió en la SUNARPla Asociación Civil Instituto Superior Tecnológico Alfonso Huapaya Cabrera, una persona jurídica distinta, pero utilizó el RUC del Instituto Huapaya. En otras palabras, lo clonó. Desde entonces, 'Kiko' recibió un millón de dólares, adquirió cuatro inmuebles, más de veinte vehículo y hasta una embarcación. Con aquella bonanza, constituyó su empresa Torre Roja SAC, que hasta entonces funcionaba en su casa.En julio de 2007, como Burga estaba siendo investigado por no reconocer la Ley del Deporte, la FPF firmó un convenio con el Instituto Huapaya para que reciba el dinero por derechos de televisión y demás. Pero este realmente fue a parar a la Asociación Civil creada por Pacheco Farromeque. Así, hasta diciembre de aquel año, recibió más de 30 millones de soles, más de un millón de dólares desde el exterior y más de 100 mil dólares en ingresos. Antes esa cuenta no había recibido un solo centavo.La denuncia por lavado de activos y desvío de fondos que afronta Burga, presentada por la Procuradora Julia Príncipe en 2010, ha sido bloqueada por acciones de garantía presentadas por Burga y sus socios, indicó la propia magistrada. Nunca fue debatida en el Ministerio Público.Así también son falsas las aseveraciones del abogado de la FPF, Martín Ugarriza -indica Poder-, quien hace más de un mes afirmó que el caso había sido archivado por falta de pruebas, pues laTercera Fiscalía Superior ordenó se amplien las investigaciones en abril de 2014.