Hace poco más de año y medio, Ricardo Gareca buscaba sucesores para Paolo Guerrero. Probaba en micro ciclos y trataba de ampliar el panorama en la zona de ataque para la selección peruana. Era un momento crucial en las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018. Por entonces, un delantero se perfilaba como interesante y recibía elogios desde todos los frentes: Diego Mayora.