La gran mayoría de las obras para el desarrollo del Mundial de Fútbol de Brasil en 2014 están aún sin comenzar a tres años de iniciarse la máxima fiesta deportiva del planeta. Los estadios, aeropuertos y el transporte urbano son los principales puntos que tienen por resolver los organizadores, obligados a ponerse manos a la obra contra reloj, en algunos casos sin un proyecto arquitectónico o sin convocar la licitación pertinente. Las autoridades brasileñas quieren un Mundial con doce estadios en igual número de ciudades, pero los retrasos en el inicio de las obras ya amenazan a varias de ellas. Hasta ahora se ha terminado el 7,5 % de las obras, según un reciente reportaje de la revista Veja, que calculó que al ritmo de trabajo actual, Brasil solo conseguirá terminar los estadios en 2038.