Un motivo digno de recuerdo para el pueblo blanquiazul. Se jugaba el clásico entre Alianza y Universitario por el Octogonal de 1995. Los íntimos se presentaban de morado ante los cremas que querían arrebarle protagonismo.
Ambas escuadras dieron un cotejo donde primó la pierna fuerte y las ganas de no perder. Un balón detenido hizo la diferencia. A los 13 minutos de la segunda parte, Marquinho le pegó en forma magistral para marcar el único gol del partido.
Los victorianos, dirigidos por Julio César Uribe, se llevaron un triunfo valioso que los acercaba a la Copa Libertadores. En diciembre, merengues e íntimos jugaron un nuevo clásico con triunfo de Universitario, pero esa es otra historia.