El presidente de Bolivia, Evo Morales, pidió disculpas el jueves por haber agredido con un rodillazo a un rival durante un partido de fútbol el pasado fin de semana, aunque dijo que el incidente pudo haber sido una "trampa" en la que cayó ingenuamente. El golpe de Morales a un jugador de un equipo de funcionarios del opositor Gobierno Municipal de La Paz que había cometido poco antes una dura infracción contra el gobernante desató una amplia polémica en medios locales, que criticaron la mutua agresión y la falta de autoridad del árbitro del partido. Al ser consultado en rueda de prensa, Morales reveló que el rival no sólo le propinó un "planchazo" en una pierna sino que luego lo insultó, provocando que el mandatario le diera un rodillazo que según imágenes de televisión pareció impactar en la ingle del rival. "Lamento mucho mi reacción, pido disculpas a deportistas, a periodistas, pero después de darme un planchazo me da un insulto más (...), después me di cuenta que era una trampa (...) está clarísimo", dijo.