
El técnico brasileño Carlos Alberto Parreira llegó a Johannesburgo para tratar de sacar a la "Bafana-bafana" (Los Muchachos), la selección de fútbol de Sudáfrica, del bache en que se encuentra y motivarla para la Copa del Mundo 2010, que dicho país organizará dentro de siete meses. Parreira, que inicia a sus 66 años una nueva aventura internacional de las que está plagada su carrera, fue recibido en el aeropuerto de Johannesburgo por los directivos de la Asociación Sudafricana de Fútbol (SAFA), sin la presencia de aficionados para vitorearlo, como su cedió la primera vez que vino en 2007. El regreso del brasileño, que dirigió a la selección sudafricana entre enero de 2007 y abril de 2008, cuando fue sustituido por su compatriota Joel Santana, ha estado precedido por un debate nacional, en el que han participado incluso partidos y sindicatos, sobre la conveniencia de contratar un técnico nacional o extranjero.
