A través de su prolongada existencia jamás imaginaron padecer tantas penurias por el nombre que llevan. De un tiempo a esta parte se han convertido en centro de burlas y bromas pesadas gracias a su identidad. Por eso reniegan, requintan y aborrecen su suerte. Los homónimos del peruano más repudiado del país alzan su voz y nos cuentan las desgracias que sufren al identificarse como Manuel Burga. MANUEL BURGA RIVADENEYRA (78 años) Desde hace unos años el septuagenario chorrillano es víctima de acoso telefónico, y por donde va pasa más de un inconveniente al mencionar su nombre. No obstante, con la frente en alto se hace respetar, pues su carisma y apacible personalidad dista mucho del presidente de la FPF. Llevar este nombre se ha convertido en un problema. Más de una vez me han llamado por teléfono a mi casa para pedirme entradas para los partidos, porque dicen que el mismo Burga les ha ofrecido boletos. Antes renegaba cuando me llamaban para eso, pero ahora me da risa. A veces, cuando me piden mi nombre y les digo cómo me llamo, me quedan mirando y se sorprenden. No me dicen nada más porque siempre hay respeto, sino los pongo en su sitio, afirma. Gracias a su homonimia se ha convertido en un personaje solicitado por la prensa. Hace un tiempo me entrevistaron por el hecho que tengo el mismo nombre del presidente de la FPF, y le dije a los periodistas que critican a Burga que deberían ser más complacientes con él. Debe haber diálogo, tenemos que buscar la forma de encontrar una solución. Sé que hay rivalidad entre Burga y Woodman, pero aún así debe haber comunicación para trabajar en base a un propósito común. Tenemos que salir de esta situación por el bien de Perú, acotó. De pronto su linaje salió a relucir y le envió un mensaje al titular del balompié nacional. El presidente de la FPF no puede renunciar, él ha sido electo de manera legal. Además, un Manuel Burga nunca arruga, ni tampoco tira la toalla y debe seguir para adelante, subrayó. MANUEL ELMO BURGA SARMIENTO (75 AÑOS) No todos los Burga reniegan de su suerte, hay algunos que se solidarizan con su homónimo y le brindan su respaldo, tal es el caso de don Manuel Burga Sarmiento, quien con la lucidez que le otorgan sus años vislumbra el oscuro panorama de su tocayo. Para mí el señor Burga debe seguir en su cargo, él está dentro de lo justo, pues fue elegido democráticamente. Acá el que está mal es (Arturo) Woodman, se ha entercado en meterse en cosas que no le corresponden y está perjudicando a todos. A mi edad ya no me afectan estas cosas. Soy fanático del fútbol y creo que lo mejor es que desafilien al Perú al menos por unos años para que los dirigentes aprendan. Toda esta situación es por culpa de esos dirigentes que no tienen conciencia y sólo buscan agarrarse la plata. Acá nadie lucha por lo que es nombrado. Una vez que llegan a su cargo se olvidan para lo que fueron elegidos, denunció. Sin embargo, las burlas por su nombre no están ajenas en la vida del buen don Manuel. Nunca faltan los palomillas, los amigos que te vacilan y te dicen cosas. Por ejemplo: ¡Oye, cuándo te vas!, ¡estas perjudicando el fútbol!, ¡oye Burga, qué terco eres!, pero no me molesto. Esas cosas son graciosas y las tomo de buena manera porque sé la clase de persona que soy, sostuvo. MANUEL FRANCISCO BURGA ZELADA (57 años) Éste risueño y apacible trabajador bancario lamenta diariamente su mala suerte de llevar el mismo nombre del personaje a quien más repudia, pues asegura que por su culpa a dónde va, la gente lo confunde y lo insulta. Incluso le ha causado problemas en el trabajo, por lo que le pide al presidente de la FPF que se vaya del fútbol para no seguir haciendo daño. Ser homónimo de Burga me ha causado innumerables problemas tanto en el trabajo como en la rutina diaria en mi casa. Como trabajo en un banco, cuando los clientes se acercan a consultarme algo escuchan mi nombre y de inmediato como que adquieren cierto temor, y me miran de pies a cabeza. Eso molesta demasiado y me ha pasado que hasta los clientes se han retirado del banco por temor a que yo sea algún familiar de ese señor tan corrupto, señaló. La homonimia con el presidente de la FPF no sólo ha sido un impedimento para su desarrollo laboral, ya que en su barrio de Tungasuca, en Carabayllo, la gente lo ha hecho presa de los más críticos comentarios y hasta le han recomendado que se cambie de nombre. Cuando quiero ir a jugar pelota con mis amigos en el barrio la gente me dice corrupto. Hasta cuando voy a comprar a la tienda algunas personas me atienden de mala manera. Me han recomendado que me cambie de nombre y, sinceramente, lo estoy pensando porque está situación se hace cada vez peor. Finalmente, lanzó un agónico pedido que espera sea escuchado antes de que el fútbol peruano sea desafiliado de la FIFA. Boten a Burga porque está destruyendo a todo el país y también la vida de muchas personas que nos llamamos como él. EMANUEL ESPINOZA JOSÉ TORRES